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Crónica:31ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Depor halla petróleo en San Mamés

Un gol de Pablo Álvarez condena a un animoso Athletic

Al fútbol no es recomendable jugar con tacones. Algunos lo consiguieron. Gentes como Laudrup, Zidane o Maradona, por ejemplo. En el Depor, solía hacerlo Bebeto, pero hace tiempo que no está en la plantilla ni en el fútbol. Nadie puede jugar con tacones en el Depor, aunque todos querían hacerlo. Menos recomendable es jugar al fútbol con pies de plomo, al estilo Frankenstein, aunque eso más que una actitud suele ser una consecuencia del miedo. Y a eso jugaba el Athletic con la espada de Damocles del descenso a la vista. Esos zapatos de plomo le hicieron perder cientos de balones sembrando de confusión un partido que por momentos parecía de trámite, cuando en realidad el Depor se jugaba la UEFA y el Athletic la categoría. Tanto pesaban los objetivos que entre tacones y plataformas de plomo se escurría un partido carente de ocasiones, más tenso que intenso, gestionado con paciencia y un punto de indolencia por el Deportivo y con ansiedad e impotencia por el Athletic. Un partido no parece muy reglamentario cuando el mejor futbolista de un equipo, el Athletic, es el ayudante (Toquero) de la figura (Llorente), y el mejor futbolista del otro equipo, el Deportivo, es el lateral derecho (Laure).

ATHLETIC 0- DEPORTIVO 1

Athletic: Iraizoz; Iraola, Ustaritz, Etxeita, Koikili; David López, Orbaiz (Etxeberria, m. 89) Javi Martínez, Yeste (Susaeta, m. 60); Toquero (Ion Vézez, m. 85) y Llorente. No utilizados: Armando, Bóveda, Gurpegui y Garmendia.

Deportivo: Aranzubia; Laure, Zé Castro, Colotto, Filipe; A. Tomás (Sergio, m. 10), Juan Rodríguez; Guardado, Pablo Álvarez Cristian, m. 87), Verdú; y Lassad (Bodipo, m. 72). No utilizados Munúa, Pablo Amo, Piscuy Valerón.

Goles: 0-1. M. 86. Pablo Álvarez dispara desde fuera del área.

Árbitro: Clos Gómez. Amonestó a Juan Rodríguez, Ustaritz, Zé Castro, Colotto, Etxeita y Orbaiz.

Unos 40.000 seguidores en San Mamés.

En ese tonteo, entre tacones y plataformas el partido consumió tres cuartas partes dejando dos tiritos de David López e Iraola y una ocasión de Lassad. Merecer, mereció el último cuarto, cuando el Athletic tocó a rebato y ¡zas!, marcó el Deportivo en un rechace fatal de la defensa rojiblanca que enganchó Pablo Álvarez y contó con un rebote de Koikili. Un partido raro no quiso prescindir de un final raro. El Deportivo se encontró una victoria que nunca buscó. Y dio las gracias.

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