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UGT rechaza retrasar la edad de jubilación para cotizar más

Dámaso Casado cree que hay síntomas de recuperación

El País

De retrasar la edad de jubilación, nada. El secretario general de UGT-Euskadi, Dámaso Casado, rechazó ayer frontalmente la propuesta que hizo el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, para reformar la legislación que la fija en 65 años. Lo hizo con el argumento de que España ya es uno de los países en los que más tarde se deja de trabajar y, además, todavía el sistema de prestaciones no atraviesa ninguna dificultad. En su opinión, los comentarios de Fernández Ordóñez tienen poco que ver con la realidad y mucho con su "mentalidad capitalista".

Para el líder sindical, España tiene ya una de las edades medias de jubilación más altas de Europa, con 63,5 años, y la Seguridad Social cuenta en la actualidad con un superávit de más de 57.000 millones de euros. Un superávit que se va a mantener al cierre de 2009, a pesar de la velocidad con la que se está deteriorando el empleo y aumentan el cobro de prestaciones.

El líder sindical cree urgente la transferencia de las políticas de empleo

El dirigente de UGT aprecia, además, algunos síntomas de cambio de tendencia en la economía, lo que haría todavía más innecesaria la medida. Según indicó, ya se están produciendo datos concretos de alguna empresa de automoción que está mejorando su producción respecto a la de hace un año. Casado se refirió a Renault en Francia y Volkswagen en Alemania, cuyo ímpetu está impulsando a su planta de Pamplona. La dirección de la empresa en la capital navarra no sólo no ha planteado regulaciones de empleo, sino que ha pedido a los trabajadores que no cojan vacaciones para hacer frente a los pedidos. "Esperemos que no solamente esas grandes empresas sino todas las auxiliares empiecen a mejorar en esa línea", deseó.

Casado, cuyo sindicato rechaza la manifestación convocada por las centrales nacionalistas para el día 21 de mayo, pidió al nuevo Gobierno vasco que ponga en marcha el diálogo social anunciado por el futuro lehendakari Patxi López, como una nueva herramienta para ayudar a despegar a la economía. También consideró urgente acelerar la transferencia de las políticas activas de empleo y las medidas para agilizar y aumentar los subsidios "y así cubrir a los 46.000 trabajadores que ya no reciben prestaciones en Euskadi".

Por su parte, la secretaria de Acción Sindical, Pilar Collantes exigió al nuevo Ejecutivo que ejerza un control riguroso de los expedientes de regulación de empleo, frente al descontrol y falta de información que achaca a los actuales procedimientos.

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