Prisión sin fianza para la mujer que abandonó a su bebé
La titular del juzgado número 2 de Dénia decretó ayer prisión provisional sin fianza para la mujer que abandonó el pasado domingo el cadáver de su hija recién nacida tras un parto prematuro en un contenedor de basura. Fuentes policiales informaron de que a Daniela Betina Ch. G., de 22 años y origen uruguayo aunque con pasaporte italiano, se le ha abierto una causa por un presunto delito de homicidio después de que la autopsia practicada al bebé mostrara indicios de que éste murió después de nacer y tras sufrir un traumatismo craneoencefálico.
No obstante, la mujer insistió ayer ante la juez en que la pequeña ya había nacido muerta. El caso aún está pendiente de un segundo informe. Betina exculpó además de cualquier responsabilidad a su compañero sentimental, también detenido el pasado domingo. Por este motivo, la magistrada dejó a este último, Leonel W. M. A., de 38 años y nacionalidad colombiana, en libertad provisional aunque ordenó la retirada de su pasaporte para evitar que salga del país y le impuso la obligación de comparecer dos veces al mes en el juzgado. El nuevo informe debe establecer si el traumatismo que sufrió el bebé fue la causa de su muerte y si aún estaba vivo cuando fue lanzado al contenedor, extremos que la primera autopsia no ha logrado clarificar con rotundidad. Los dos miembros de la pareja, que según las mismas fuentes tienen otro hijo de corta edad, pasaron la noche del martes en dependencias policiales distintas y ayer declararon varias horas en los juzgados después de haberse negado a hacerlo en la comisaría de la Policía Nacional.
Los hechos se produjeron el pasado domingo, cuando la mujer acudió al hospital de Dénia con una fuerte hemorragia vaginal y admitió ante los médicos que acababa de dar a luz tras ocho meses de embarazo a un bebé sin vida cuyo cuerpo arrojó a un contenedor ubicado muy cerca de su vivienda. Agentes de la Policía Nacional tras una inspección hallaron el cadáver de la recién nacida en el interior de un contenedor envuelto entre bolsas y toallas manchadas de sangre. Otra bolsa contenía el cordón umbilical.
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