La fiscal pide cárcel urgente para la mujer que casó a su hija a la fuerza
La madre, con una pena impuesta de 17 años de prisión, clama su inocencia
"Os respetamos en nuestra tierra. Respetadnos en vuestra tierra". El matrimonio mauritano condenado por haber casado a su hija a los 14 años y haberla forzado a mantener relaciones sexuales con su marido 26 años mayor que ella se rodeó ayer de pancartas. "Sólo queremos justicia", decía otro de los carteles. La madre, Hawa Meint Cheik El Bou, se enfrenta a una pena de 17 años de cárcel por un triple delito de agresión sexual, coacciones y amenazas, mientras que el padre, Mohamed Ould Abdallahi, ha sido condenado a un año y medio de prisión por amenazas. Ayer volvieron a la Audiencia Provincial de Cádiz para presenciar la vista en la que la fiscal pide el encarcelamiento inmediato de ambos. Según argumenta, hay riesgo de fuga y su presencia fuera de presidio supone una intimidación hacia la víctima, su hija.
El matrimonio volvió a rodearse también de numerosos compatriotas que portaron los lemas de apoyo. También había algún vecino español, que respaldaba al padre y a la madre y consideraba excesiva la sentencia de la Audiencia Provincial de Cádiz. La sentencia daba por bueno el testimonio de la joven, ahora de 17 años, quien en 2006 había denunciado a sus progenitores por haberla llevado hasta Mauritania y haberla obligado a casarse con un primo lejano de 40 años. En aquel viaje fue forzada a acostarse con su nuevo marido. Una experiencia que tuvo que repetir una vez más meses después en su domicilio familiar de Puerto Real (Cádiz). Fue tras esta noche cuando, asesorada por una familia española que había cuidado muchas veces de ella, decidió denunciar estos hechos a la policía.
La sentencia fue demoledora para la madre, que tendrá que pasarse 17 años en la cárcel si se hace firme. Sin embargo, aunque el fallo se conoció hace varias semanas, todavía no había ingresado en prisión, ya que la defensa y la Fiscalía la han recurrido. El abogado de la madre pide la absolución y el Ministerio Público ha reclamado todavía una pena mayor por el delito de maltrato habitual. Ayer el matrimonio tuvo que regresar al juzgado porque se celebraba la vista en la que se debatía la petición de la fiscal, Lorena Montero, de que padre y madre ingresen cuanto antes en la cárcel.
Montero justificó ayer esta petición en que existe evidente riesgo de fuga. Argumentó que los dos hijos menores de la pareja han sido enviados recientemente a Mauritania, un país que, según recordó, está próximo a Cádiz y con el que no existen acuerdos explícitos de extradición, lo que dificultaría su encarcelamiento en caso de huida. También justifica la medida en que la víctima, su hija, puede sentirse intimidada por la presencia, en un pueblo pequeño como es Puerto Real, de quien la amenazó y la coaccionó durante un largo tiempo.
De hecho, recordó que la madre incumplió recientemente la orden de alejamiento impuesta en la sentencia, ya que ambas coincidieron hace unos días en el colegio de la niña.
"Reina Sofía, ayúdame"
"Soy una madre desesperada. Voy a pasarme 17 años en la cárcel. Los traficantes y los asesinos no están tanto tiempo". Hawa Meint Cheik El Bou clamó por su inocencia a las puertas de la Audiencia Provincial. "Necesito ayuda de la gente, pido por mi libertad, lo pido a los medios de comunicación, a todos", dijo en su idioma y traducida por un compatriota. Aunque la mujer, que durante el juicio negó conocer el español, sí pronunció algunas palabras en castellano. "Reina Sofía, ayúdame. Soy una madre que necesita ayuda", rogó. Minutos después, mientras era entrevistada para una televisión árabe, se desmayó. Estos desvanecimientos han sido continuos durante su presencia en las diferentes citas que ha tenido con la justicia.
Mohamed Ould Abdallahi, el padre, también reclamó justicia a las puertas del juzgado. "Es todo un mentira de la niña. Un montaje de la familia española contra nosotros", lamentó. El matrimonio siempre ha argumentado que su hija estuvo influida por la otra familia de acogida para presentar la denuncia contra ellos y quedarse con la custodia. Esa familia se ha resistido a ofrecer su versión a los medios de comunicación para preservar la tranquilidad de la joven.
Padre y madre negaron tener intención alguna de marcharse a Mauritania aunque sí reconocieron que sus dos hijos pequeños, que residían también en Puerto Real, han sido trasladados a su país de origen. "Estaban siendo objeto de mofa en el colegio y han querido alejarles de todo este conflicto", ha explicado su abogado, José Álvarez. El tercer condenado, El Moctar Ould Abderrahmane, el marido de la niña, es el único que está en prisión por esta causa desde que fuera detenido por la Policía.
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