"Con Wenger no aprendí nada"
Desde la tribuna, viéndole correr por el campo, abarca tanto espacio en tan poco tiempo que proyecta una imagen grandiosa de sí mismo. Cuando el balón no está en juego, en persona, Lass Diarra (París, 1985) parece encogerse hasta casi perderse en el sofá de Valdebebas donde se sienta a charlar. El nuevo medio centro del Madrid es un canijo de 1,70 pero se sabe poderoso. Dice que sus padres, inmigrantes de Mali, le han proporcionado armas invisibles.
Pregunta. ¿Cuál fue la lección más importante que aprendió de Makelele en el Chelsea?
Respuesta. Tenía 20 años y mirándole podía aprender exactamente qué hacer en cada momento del partido. Si había que salir, si había que esperar, qué distancia guardar con los atacantes y los defensas, cuándo ir a las bandas y cuándo mantenerme en el centro. Con él empecé a pensar como un medio centro.
"En Inglaterra se juega con más corazón. Corren todos. Ésa es la diferencia con España"
"¿Que de dónde me viene la fuerza? Mi padre es albañil y mi madre limpia casas"
"Los técnicos me dicen que suba más. Xavi es el mejor ejemplo de que esto es posible"
"No tenemos la calidad del Barça para hacer circular la pelota. Pero somos robustos atrás"
P. ¿Cuál diría que es la mayor diferencia entre usted y él?
R. Él es un medio centro defensivo neto. Yo puedo atacar más.
P. Pero Makelele con el Nantes llegó a jugar de enganche.
R. Yo también empecé como 10 en Le Havre, y en la selección francesa de juveniles. Luego fui reculando. Y en el Chelsea yo jugaba más adelantado y Claude más retrasado.
P. ¿Cree que tiene más clase de la que exhibe en los partidos?
R. En mi posición no hay que complicarse. Mi trabajo es robar y entregar. No soy Zidane.
P. ¿Entonces sólo es un jugador que roba balones?
R. El seleccionador de Francia me dice que tengo que incorporarme más al ataque. Juande también. Trabajo mucho para progresar y, tal vez, en el futuro, pueda aportar más. Xavi es un ejemplo espectacular de medio centro con capacidad para jugar de 10 y de 8.
P. Le rechazaron en varias canteras. ¿Por qué?
R. Con 14 y 15 años era muy pequeñito. Sigo siendo pequeñito, pero el hecho es que los directores técnicos me decían que con mi estatura no podría ser profesional. Tenía buen pie, pero me decían que lo mejor para mí era que me fuera a mi casa.
P. ¿Cómo aguantó?
R. Los grandes jugadores son aquellos que se mantienen fuertes en los momentos de dificultad. Cuando todo te sale bien es fácil sentirte seguro. Yo he aprendido a sentirme seguro en los momentos malos: cuando no jugaba en el Chelsea, cuando fui al Arsenal, donde las cosas no me salieron como quería, y cuando fui al Portsmouth, que era un club familiar, y era un paso atrás porque yo siempre pensé que tenía que jugar en un club de Champions.
P. ¿Pero de dónde le viene esa fuerza interior?
R. Mi padre es albañil y mi madre limpia casas. Cuando era chico en mi casa no había mucho dinero. No era fácil para mis padres. Se levantaban a las seis y no volvían hasta las ocho de la tarde. Me inculcaron que había que trabajar duro, y que había que sufrir. Cuando mi padre se enteraba de que las cosas no me salían se ponía contento. "Así vas a aprender", me decía; "cuando se sufre se aprovecha".
P. Con Arsène Wenger en el Arsenal pasó dificultades. Todo el mundo dice que es un gran maestro. ¿Usted qué aprendió?
R. ¿Yo? Nada. Con Wenger no aprendí nada. Pfff... Sólo me enseñó a dudar de todo. Jugué quince partidos. La relación que tuve con él no fue buena.
P. ¿Pero por qué?
R. No te puedes entender con todo el mundo. Respeto su forma de entrenar, pero aprendí más con Mourinho. Mourinho me enseñó a luchar. Me hablaba mirándome a los ojos. Si tenía algún problema, discutíamos. Wenger nunca me dirigió la palabra hasta que le dije que me iba. Hablaba con los otros, pero conmigo no. Siento como si nunca hubiera jugado en el Arsenal. Si no me lo recuerdan, se me olvida. Se borró de mi cabeza.
P. ¿Los partidos que el Madrid jugó con el Liverpool dieron la medida real de la Liga española?
R. La diferencia fundamental es física. En Inglaterra se corre durante 90 minutos. En España se juega más al pie, el estilo es más técnico. Los ingleses son más fuertes. Allí trabajan todos. Ponen más corazón. La diferencia es de mentalidad: en Inglaterra corren todos en la misma dirección. En España los defensas defienden y los atacantes atacan. No se ven casos como Rooney en el Manchester, que defiende como un defensor. Contra nosotros el Liverpool no bajó la guardia nunca. Nos dio un ejemplo. Nos inspiró para hacer lo mismo.
P. ¿Qué pensó cuando vio al Barça contra el Bayern?
R. El Barça juega al todo o nada. Hay noches que es el mejor del mundo, y hay otras, como contra el Valladolid, en la que pudo perder 3-2. Si sigue jugando a este nivel será un buen campeón. Pero todavía no está nada dicho.
P. ¿Qué jugador le influyó cuando era niño?
R. George Weah. Nueve, africano como yo, negro...
P. Existe el prejuicio de que usted es el destructor y Gago el creativo. ¿Usted qué cree?
R. Básicamente, somos dos medios centros defensivos. El entrenador nos pide recuperar el balón y dárselo a los atacantes. El medio creativo es Sneijder.
P. Cuando voló a Marsella a jugar contra Argentina viajó en clase turista, mientras que los argentinos lo hicieron en clase ejecutiva. ¿No le molestó?
R. ¿Qué? No lo noté.
P. No da el pego de jugador famoso. ¿Lo sabe?
R. Sólo intento hacer mi trabajo. No soy un dios. Me voy a morir como todo el mundo. Mientras tanto, intento disfrutar del privilegio que tengo, y nunca me olvido de que algún día me tendré que retirar. Es la televisión la que nos confunde.
P. ¿Por qué el Madrid juega tan mal?
R. Es verdad que no tenemos la calidad del Barça para conservar la pelota. Pero somos robustos en defensa. Con Sergio, Pepe, Fabio [Cannavaro]... Para jugar como el Barça necesitas mucha calidad y muchos años jugando a lo mismo. Pero si aquí nos ponemos a trabajar juntos podemos conseguir algo.
P. ¿Entiende por qué nunca juega Guti?
R. Es un tema del entrenador. Yo sólo puedo decir que tiene una zurda extraordinaria.
P. Cuando recibe el balón ¿cuál es su primera elección para dar el pase?
R. Robben. Cuando estoy cansado y sólo actúo por reflejos, él es el primero al que busco.
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