Alicante tramita hasta marzo tantas denuncias por ruido como en todo 2008

El pasado otoño el casco antiguo de Alicante se convirtió en un hervidero al protagonizar los vecinos diversas protestas públicas por el ruido que provocan algunos bares de esta zona, en la que conviven entre 80 y 100 establecimientos. La polémica entre ocio y descanso en la zona de copas más concurrida de la ciudad recibió respuesta rápida desde el Ayuntamiento de Alicante, que reforzó las inspecciones en los locales de esta zona y, en líneas generales, endureció la política en toda la ciudad. El resultado no ha tardado en reflejarse en las estadísticas y, de hecho, los expedientes derivados del incumplimiento de la normativa de ruidos se han disparado. En los tres primeros meses de este año el departamento de Urbanismo del Consistorio alicantino ha tramitado en toda la ciudad 32 expedientes de denuncia y 13 expedientes sancionadores, apenas dos menos en ambos casos que durante todo 2008, según datos facilitados por este departamento municipal.

El aumento de expedientes de denuncia (que pueden derivar o no en una sanción económica) y los sancionadores (los que sí implican una multa) este año obedece, por un lado, a la mayor actividad vecinal en relación con la normativa del ruido, y por otro, al aumento de las inspecciones, según argumentan las mismas fuentes. El 90% de estos expedientes corresponde a negocios de distintos tipos y apenas un 10% se refieren a instalaciones comunes como pueden ser los aires acondicionados. Las estadísticas no contemplan las quejas por ruidos de vecinos a nivel individual.

El Ayuntamiento de Alicante, de hecho, ha marcado desde inicios de año la obligación de realizar una auditoría acústica en aquellos establecimientos que se traspasen o reabran sus puertas en toda la ciudad, además de en aquellos en los que se realicen inspecciones, según recuerdan fuentes del departamento de Urbanismo.