"Cesc está ya a tope"

"Tal y como está entrenándose, estará a tope frente al Villarreal", avanza Fran Mérida (Barcelona, 1990), el volante español del Arsenal, sobre el estado del capitán y líder de los gunners, Cesc Fàbregas, que volvió el sábado, ante el Manchester City, después de tres meses y medio ausente por una lesión de rodilla. Y dio los dos pases de gol a Adebayor (2-0). "Cesc es lo más grande para el Arsenal: capitán a los 22 años, más de 200 partidos en la Premier, campeón de Europa con España...", añade Mérida sobre quien ha sido una especie de hermano mayor en el Arsenal. Los dos se formaron primero la cantera del Barça antes de ser seducidos por la fábrica de Arsène Wenger. "Wenger tiene paciencia y valor. El trato es especial y el progreso de algunos jugadores es increíble".

"Nasri engaña: es más fuerte de lo que parece; no le quitas el balón ni a tiros"

La media de edad del Arsenal roza los 24 años. El medio del campo es jovencísimo con Walcott (20), Song (21), Cesc (21), Denilson (21) y Nasri (21); Arshavin (27) no puede disputar esta competición al haberla jugado antes con el Zenit. "¿Falta de experiencia? Cesc lleva cinco años al máximo; lo mismo que Van Persie; no les puede la presión, como se vio en los penaltis ante el Roma [en los octavos de final]". El Arsenal suma cuatro victorias consecutivas en la Premier y 17 jornadas invicto. Y así ve Mérida, por líneas, a sus compañeros:

"Almunia tiene una regularidad increíble. Se ha pasado casi la mitad de los partidos imbatido. Los laterales, Sagna y Clichy, se pasan el partido arriba y abajo. Tienen un gran físico. Clichy sube un poco más. Los centrales son expertos y llevan muchos años juntos

[a pesar de que apenas se hablan]. En el medio del campo, Nasri engaña: es más fuerte de lo que parece; en los entrenamientos, no le quitas el balón ni a tiros. Diabi y Song son más físicos y Denilson es más regular: trabaja y recupera. En cuanto a la delantera, después de Navidad, estuvimos cuatro partidos sin marcar. Van Persie está bien; Adebayor ha tenido muchos problemas con las lesiones, pero llegará bien al partido; y Eduardo sólo ha tenido dos meses después de su gravísima lesión, pero ya ha marcado dos goles en tres partidos".

"El físico de la Premier está por encima del resto de Europa, pero también tenemos mucha calidad", subraya Mérida, que debutó en la Premier hace unos meses ante el West Bromwich Albiol. Wenger deposita sobre él unas grandes expectativas para el futuro. "Es muy bueno técnicamente, pero debe mejorar el físico", dice Wenger. "Yo también lo sé. Trabajo en el gimnasio, sobre todo los brazos, para estar más fuerte, para aguantar con el cuerpo a los rivales, aunque soy de tener el balón, de dar el último pase y de combinar", reconoce el jugador. "Fran es de desarrollo físico tardío y estamos trabajando para que llegue a ser el futbolista que creemos que puede ser porque es un superdotado en técnica e inteligencia", abunda su descubridor, el ojeador Francis Cagigao.

Fran es catalán de orígenes cordobeses. "A los cinco años entré a jugar en el Santa Eulàlia de Hospitable y a los ocho en el Barça. Mi madre limpiaba las escaleras y mi padre trabajaba de chapista en la Peugeot", relata Mérida. "Lo del Barça fue el mejor regalo, estaba muy nervioso. Pero a los 16 años me llegó la oportunidad del Arsenal, un tren que pasa una vez en la vida. Me arriesgué y no me arrepiento". Un tribunal de Barcelona, sin embargo, lo condenó a pagar 3,2 millones al Barça por derechos de formación. Luego, el club londinense llegó a un acuerdo con el Barça, que retiró la demanda. "Cuando llegué a Londres, yo no había salido del barrio, de la zona Franca, y lo que más me chocó fue que para cruzar la ciudad podías tardar dos horas y media. Wenger me contó la filosofía del Arsenal y me enseñó cómo trabajan. Me impactó. El primer año lo dediqué a aprender inglés; y en el segundo me saqué una diplomatura de Deportes, el equivalente a la ESO. Hay momentos en que te sientes solo, pero soy consciente de la suerte que tengo. Echo de menos a mi familia, a mis padres. Los primeros meses los viví con Fàbregas, a quien ya conocía de La Masia. Él me ayudó".