Un partido que busca visibilidad social

"Estamos deseando poder votaros, me comentan empresarios que han apoyado al PNV". "Veo esperanzados incluso a socialistas que pensaban que con el PP ni a misa". "Antes no te decían esta boca es mía y ahora gentes que no conoces de nada te felicitan". Las frases de Borja Sémper, Ramón Rabanera y Antón Damborenea, respectivamente, reflejan un cambio de opinión y expectativas de los ciudadanos con respecto al PP, una mayor visibilidad social para el partido, que sus dirigentes creen percibir desde la campaña electoral y la negociación del acuerdo con el PSE. En el último año, y pese a la profunda crisis que supuso la marcha de María San Gil, el partido ha crecido en afiliados (de 4.980 en marzo de 2008 a 5.230 el mes pasado). ¿Es real ese cambio de actitud que aún no se traslada a las encuestas?

"La sociedad está expectante por lo que van a hacer. El PP no ha tenido más remedio que moderarse para un acuerdo razonable y ahora la sociedad puede descubrir que son alguien en quien confiar entre comillas", opina el profesor de Sociología de la UPV Imanol Zubero. "Hasta ahora han sido un partido de resistentes por una vocación de defensa de las esencias. Los que han tenido experiencia de gestión han visto lo que supone gobernar desde la complejidad social. Y la experiencia puede ser ahora positiva para que comprueben que el país es complejo", añade. Para Zubero, "en el día a día se ve que la sociedad no pide que se le salve, sino resolver los problemas cotidianos.

Francisco Llera, catedrático de Ciencia Política de la UPV y director de su Euskobarómetro, considera que la imagen actual de "flexibilidad y pragmatismo" supone "lo contrario de la que pudo dar en otra época o la que sus adversarios querían usar en su contra". En su opinión, "Basagoiti ha sabido imponer o visualizar el giro, que no siempre es fácil de conseguir. Ha sabido administrar muy bien la agenda de la coyuntura" después de las elecciones y en la negociación del pacto con el PSE. Aunque su resultado electoral no haya sido el mejor, la relevancia que adquiere para el cambio "supone la segunda vuelta de 2001. Y recupera una posición más centrada políticamente. Su electorado era más centrado que las posiciones crispadas", abunda.

Xabier Aierdi, también profesor de Sociología de la UPV, cree que confluyen dos razones para que el PP levante cabeza: el liderazgo de Basagoiti, que ofrece una "imagen más favorable" y la circunstancia coyuntural -"en la mente del PSE este escenario no estaba"- de haberse convertido en necesario para el cambio de Gobierno. "También es la visibilidad del ganador. Con otro resultado quizá no hablaríamos de esto, pero los resultados electorales le han resituado en el mapa, independientemente de que el PP haya hecho su propia transición".