El consenso entre los tres territorios

El PP ha conseguido algo que le resultaba inédito: limitar las pugnas y rencillas entre sus tres territorios, coinciden dirigentes de todos ellos. Un partido con una estructura provincial con tanto peso como la de los populares en el conjunto de España hace que surjan las fricciones, que pueden llegar a ser enfrentamientos frontales. En esta paz que se vive en Euskadi ha tenido que ver también la dura travesía de los últimos tiempos. "Lo hemos pasado tan mal que los provincianismos se aparcaron y esperemos que no se vuelvan a dar", opina un dirigente con altas responsabilidades territoriales.

En Álava, la provincia donde el PP tiene más peso, vista en ocasiones con recelo desde los otros dos territorios, se comparte el análisis: "Hay muy buena sintonía territorial por primera vez en la historia. No hay pugnas, cuando siempre habíamos estado enfrentados", coinciden dos referentes del partido en esa provincia como Alfonso Alonso e Iñaki Oyarzábal.

"Por primera vez esto no es un tira y afloja territorial y hay una organización autonómica respetada por las tres territoriales", incide el portavoz parlamentario, Leopoldo Barreda. "No discutimos con nadie sobre diferencias territoriales", abunda Borja Sémper, número dos en Guipúzcoa.

Antonio Basagoiti, a cuyo estilo de dirección integrador atribuyen varios de los consultados parte del actual consenso, dibuja su propio mapa de la formación que preside: "Hay un partido muy organizado en Álava, con una buena implantación que llega a todos los puntos del territorio. En Guipúzcoa, el partido es débil, fruto básicamente de un acoso terrorista brutal, mayor que en las otras provincias, pero está saliendo gente nueva con muchas ganas de apertura. Y en Vizcaya tenemos un buen aparato, pero falta darse cuenta de que el aparato no lo es todo, de que debe conseguir un mayor desarrollo. Los votantes no son sólo el aparato, pero hay un gran cantera".

La apuesta por ampliar la base social y mejorar la implantación territorial tiene un horizonte: las elecciones municipales y forales de 2011. Basagoiti cuenta hasta entonces con dos años, manos libres y ningún reto electoral más en el horizonte -salvo las europeas de junio, en que todo el partido se volcará con Jaime Mayor Oreja- para construir un modelo propio y someterlo entonces al veredicto de las urnas.

El PP celebrará en fecha aún no decidida sus tres congresos provinciales. Las actuales direcciones se nombraron de forma interina tras la marcha de María San Gil. Los cónclaves se dejaron para después de las autonómicas para no complicar aún más la situación. Las citas han de servir para asentar el actual consenso.

Tras unos años de "defensa, primero de los enemigos y luego de los teóricos amigos", la intención de la actual ejecutiva es empezar en Vizcaya a pasar del aparato a la sociedad, ser "más partido" en Guipúzcoa y ganar visualización social en Álava.