Carnaza política en tierras del Quijote
PSOE y PP se enzarzan en una pelea encarnizada en La Mancha con la caja como fondo
La evolución de Caja Castilla la Mancha (CCM) desde la intervención por el Banco de España ha sido menos penosa de lo que los nuevos administradores podían imaginar, con salidas de depósitos incluso menores que las que se produjeron algunos días de febrero y marzo, cuando rondaron o llegaron a superar los 100 millones de euros. Unos descensos sospechosos, de los que fuentes socialistas culpan al PP y, en concreto, a las presiones ejercidas por su secretaria general y candidata a presidir la comunidad autónoma, María Dolores de Cospedal y su círculo de confianza. Según esas fuentes, "no hay ninguna entidad que soporte una campaña de acoso y derribo como la que han orquestado desde hace dos meses los dirigentes del PP".
Los socialistas acusan al PP de provocar con su actitud la fuga de depósitos de la caja
En "ocho días negros" salieron de la CCM 515 millones de euros y en tres meses, 1.200
El enfrentamiento está abierto desde hace tiempo. Y es que la CCM se ha convertido en un terreno más de la batalla política entre el PP y el PSOE. De Cospedal ha visto una oportunidad pintiparada para minar el territorio de su rival, José María Barreda, presidente de la comunidad. Ya el año pasado, el PP preguntó en el Congreso sobre posibles alianzas de CCM, en lo que el PSOE vio unas intenciones aviesas. Dentro de esa campaña, los socialistas encuadran la orden de dimitir dada por De Cospedal a los representantes del partido en los órganos de gobierno de la caja "en protesta por la falta de información sobre el proceso de fusión".
Dimitieron los consejeros Rosa Romero (alcaldesa de Ciudad Real y presidenta del PP en esa provincia) y Emilio Sanz, pero se negaron a hacerlo Germán Chamón y Tomás Martín Peñato. También lo hicieron de la Comisión de Control de la caja el secretario general del PP en Toledo, Jesús Labrador; Arturo García-Tizón, diputado nacional por Toledo y viejo rockero de la derecha nacional, de presidente de la Comisión de Buen Gobierno; Vicente Tirado, secretario regional del PP, de vocal de esa comisión; e Ignacio López del Hierro, compañero sentimental de De Cospedal, de CCM Corporación. Unos 15 días antes que ellos había abandonado la corporación Jesús Bárcenas, presidente de CEPYME, por razones no específicadas.
Esa decisión, que se tomó el día 16 de febrero, trajo cola, porque se consideró un ataque político en toda regla que no tenía en cuenta consideraciones de otra índole, como los intereses de la región. Pero también porque fue parte de un episodio de micrófonos indiscretos entre Rosa Romero y Dolores de Cospedal. En la conversación filtrada, la primera muestra sus dudas sobre la decisión y dice: "yo te doy mi opinión", a lo que De Cospedal contesta: "ya, ya". Romero la da: "Creo que todo ha sido un poco precipitado y estoy preocupada".
Los socialistas atribuyen a esa decisión y a otras declaraciones por parte de responsables del PP la salida masiva de depósitos. Según subrayan, se produce una correlación exacta entre las declaraciones y acciones del PP con la caída de fondos (véase gráfico) y señalan como "ocho días negros" las jornadas hábiles comprendidas entre el 13 y el 23 de febrero, cuando salieron 515 millones. Las salidas superaron los 1.200 millones en los tres primeros meses del año, según datos de la caja, aunque con los ingresos, principalmente provenientes de organismos públicos, arrojan un saldo negativo de 469 millones. Las fuentes socialistas ponen el acento en casos concretos ocurridos en algunas localidades como Mora, Los Yébenes y Villarrubia de los Ojos, en las que, según sus acusaciones, militantes populares hicieron campaña contra la caja.
En medio de la pelea, las fuentes de un lado aseguran que Cospedal negoció enterrar el hacha si Barreda metía en el Estatuto el trasvase, cuestión que niegan en el PP. Las fuentes del PP consultadas consideran que "esos ataques responden a la desesperación" y destacan que la decisión de abandonar los cargos se debió a que no recibían información precisa. Eso lo justifica, a su juicio, que el Banco de España haya elevado a 3.000 millones el aval sobre los 1.500 que dijo al principio.
El encubrimiento, según esas fuentes, se habría producido en créditos a pocos clientes con un riesgo de más de 1.100 millones. El PP ha armado un nuevo ataque basado en que hay una serie de empresarios inmobiliarios afines a Barreda y al presidente de la caja, Juan Pedro Hernández Moltó. Entre esos clientes figuran, principalmente, Domingo Díaz de Mera, promotor del aeropuerto de Ciudad Real; los hermanos Barco, que participan en el citado aeropuerto; el grupo Sanahuja, antiguo accionista de Metrovacesa; Aurelio González Villarejo y Antonio Méndez Pozo.
La respuesta socialista remite a las actas de los consejos de administración. En ellas se comprueba que los representantes del PP votaron por unanimidad junto a los socialistas y que, por tanto, el partido conocía perfectamente las decisiones adoptadas tanto en el Consejo de Administración de la entidad como en el de CCM Corporación. Así lo han corroborado además alguno de los consejeros involucrados. "En 15 asambleas generales y 74 consejos de administración todos los representantes del PP votaron a favor de las decisiones de la CCM", incide el PSOE.
El caso es que Moltó se preocupó desde que llegó a la Presidencia en 1999 por tener un Consejo compacto y que las decisiones se tomasen por unanimidad. Con esa intención nombró presidente de la comisión de Buen Gobierno a Arturo García-Tizón, con el que mantiene una estrecha relación de amistad, como se deduce de la carta de despedida con fecha de 17 de febrero que le envió tras presentar la dimisión y en la que viene a achacar la decisión a la obediencia debida de partido.
¿Por qué se produce el deterioro de relaciones? Según fuentes del PP, porque Moltó incumplió unos pactos alcanzados con Tirado según los cuales el presidente se habría comprometido a consultarle todos los nombramientos que afectasen al PP. Según eso, Moltó no le comunicó el nombramiento de Chamón, uno de los consejeros rebeldes, como miembro de la comisión de Auditoría.
Tirado, un hombre de máxima confianza de De Cospedal, al sentirse ninguneado, rompe el pacto, que según la otra parte nunca existió. Según esa fuente, en el cambio de actitud de Moltó se nota la mano de Barreda. "Si hubiera habido entendimiento hace un año, el desastre actual no habría sido ni la cuarta parte", apostilla esa fuente, que apunta que la vicepresidenta y consejera de Economía, María José Araujo, no ha supervisado las cuentas de la caja.
Sobre este aspecto, fuentes del Gobierno regional aseguran que han cumplido su obligación de "vigilar la elección de los órganos de gobierno, la obra social y que la publicidad de la caja era veraz". "Pero es el Banco de España", añaden, "el único que tiene competencias para inspeccionar y vigilar el estado financiero y la solvencia de las entidades financieras". El Gobierno vasco intentó inspeccionar una de las cajas vascas, el Banco de España recurrió y ganó.
Las disputas políticas, en todo caso, precipitaron la intervención, según afirmó el gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. La deriva que tomó la caja proceden, a su vez, de la aventura empresarial basada en el ladrillo y que "por unanimidad" -aquí también- llevó al hundimiento a CCM. En ese sector, al que pertecenen los empresarios citados anteriormente, está concentrada más del 40% de riesgo de la caja, según el Banco de España.
Quizá la inversión más llamativa fue la del aeropuerto de Ciudad Real, impulsada por el Gobierno regional. También destaca la entrada en Bami Newco y el cambio de la participación de Metrovacesa por Gecina, operaciones en las que los socialistas ligan al consejero López del Hierro, que no votó la última por ser consejero de Gecina. -
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