Ojo con el rebote de la Bolsa
Los expertos creen que reina un falso optimismo e insisten en su mensaje de cautela
"Abstenerse hipertensos y gente sin experiencia". No estaría de más que una advertencia similar colgase en un lugar visible a la entrada de cualquier Bolsa del mundo. Y es que el arranque del año no ha despejado ni una sola de las dudas que lastraron los mercados en 2008. Es más, las ha incrementado. El Ibex 35 cerró el primer trimestre con una caída del 15% -el descenso anual es del 9,5% si se cuentan las tres primeras sesiones de abril-. Los acuerdos del G-20 de esta semana han cambiado el humor de los inversores. Sin embargo, el sistema financiero continúa en el coma profundo en el que entró hace más de un año; la economía mundial se encamina a su primera recesión global en décadas, y los resultados empresariales se deterioran a un ritmo de vértigo. Mucho plomo para pensar en una mejoría sostenible de la renta variable.
Los bancos de EE UU dicen haber vuelto a beneficios. Lo deben demostrar en breve
El primer trimestre ha vuelto a demostrar que en Bolsa se puede hacer dinero incluso en las circunstancias más adversas. Pero eso sólo está al alcance de los inversores más experimentados. Con un mercado tan volátil, el pequeño inversor, o tiene una visión a muy largo plazo o es mejor que se mantenga al margen. Ahora sólo triunfan las estrategias bajistas, es decir, las que apuestan por que las cotizaciones sigan cayendo, o las apuestas cortoplacistas que intentan sacar partido de los pequeños rebotes que hay en toda tendencia bajista. En los últimos seis meses ha habido tres fases de subida (octubre, diciembre y marzo) en las que la Bolsa española ha recuperado más de un 20% con cada rebote en muy poco tiempo. Ahora mismo, los índices aún tienen la inercia de este último impulso, aunque los analistas temen que no dure mucho tiempo.
"El mercado sigue muy complicado. Todavía hay mucha incertidumbre y una gran aversión al riesgo. Y eso se nota en un dato: los rebotes que hemos visto en el trimestre no han estado motivados por la entrada de dinero a largo plazo. En la Bolsa han entrado flujos de dinero en busca de pequeñas ganancias, para a continuación, salirse", describe Alicia Jiménez, responsable de análisis de Self Bank.
El castigo bursátil ha provocado que sólo nueve compañías (Técnicas Reunidas,
Bankinter, FCC, BME,
Sacyr, ACS, Iberdrola Renovables,
Inditex y Fenosa) se revaloricen en Bolsa desde enero. Los peores valores del Ibex son
Endesa, que tras la salida de Acciona y el pago del dividendo extra se hunde un 36%; Gas Natural, pues lastrada por la ampliación de capital para hacerse con Fenosa se deja un 35%, y Cintra, que cae un 31% ya que los inversores calculan que el canje de su fusión con Ferrovial no será muy favorable.
Las cotizaciones del sector financiero están también entre las más penalizadas del selectivo, aunque tras el último rebote han logrado reducir de forma notable el castigo. Banco Santander se deja desde enero un 12,5%; BBVA, un 18,5%;
Banesto, un 19%; Popular, un 13,32% y Sabadell, un 20,62%.
En 2008, el Ibex 35 encontró su suelo en los 8.000 enteros. Sin embargo, la enorme salida de dinero de la renta variable en enero y febrero de 2009 dejó invalidado ese soporte. El índice perforó los 7.000 enteros y tocó mínimos el pasado 9 de marzo al aterrizar sobre los 6.817 enteros, su nivel más bajo desde 2002. Desde entonces, la Bolsa ha recuperado terreno y el viernes cerró en 8.319,8 puntos.
"Este último rebote es algo más consistente porque ha venido acompañado de un mayor volumen de contratación. Sin embargo, existe el riesgo de que la renta variable vuelva a poner rumbo a zona de mínimos. La recuperación bursátil ha estado apoyada por el anuncio de algunos bancos estadounidenses que prevén volver a ganar dinero. En los próximos días comienza la campaña de resultados empresariales del primer trimestre y habrá que ver si se cumplen esos anuncios", avisa Daniel Rojí, analista de IG Markets. ¿Podrían romperse los mínimos anuales? "Lo veo difícil, porque Telefónica no está dando señales de mucha debilidad. En todo caso, aconsejaría a aquel inversor que ha cogido este último rebote que cierre posiciones y esté fuera de Bolsa. El que quiera mantenerse debe moverse en rangos muy estrechos y seguir a rajatabla las stop losses [órdenes para limitar pérdidas]", añade Rojí.
Esta visión del mercado es compartida por Miguel Sánchez, analista de Inverseguros, para quien en la Bolsa domina un falso optimismo. "Todavía hay muchas dudas que resolver. Que algunos datos macroeconómicos hayan sido menos malos de lo esperado no significa que sean buenos. Por eso aconsejamos gran prudencia en las inversiones con una estrategia que prime aquellos negocios muy estables que generen flujos de caja seguros", argumenta.
Los valores de tamaño medio y pequeño lo han hecho mejor que las compañías de gran capitalización en el primer trimestre. El Ibex Small Caps sólo pierde un 3,8% mientras que el Medium Caps cae un 8,9%. Los expertos creen que este comportamiento se debe en gran medida a que en estos índices el peso del sector financiero es irrelevante, mientras que en el Ibex, los bancos, que pesan un 40%, han lastrado el selectivo. La caída de la Bolsa española está en línea con el castigo sufrido por los principales mercados mundiales. El Nikkei japonés, que sólo pierde un 1,24% en 2009, y el Bovespa brasileño (sube un 16%) son los índices que mejor están capeando la tormenta.
El dilema del IPC
La evolución de los precios será la clave
para la recuperación económica y de los mercados, según los expertos del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). En 2009 vamos a presenciar "una lucha titánica entre fuerzas deflacionistas y reflacionarias", según Mónica Vidal, profesora del IEB. "La brutal inyección de liquidez y la introducción del quantitative easing [emisión monetaria] reducen las probabilidades de un escenario deflacionario, aunque, en cualquier caso, se tardará en recuperar tasas de crecimiento tendencial, y probablemente, EE UU saldrá antes que Europa de la recesión".
En opinión de esta experta, la política monetaria expansiva y las intervenciones en el sector bancario justifican el importante rebote de las Bolsas, aunque no así de los mercados de crédito, que siguen descontando porcentajes de suspensiones de pagos superiores a los niveles de 1930. Vidal cree imposible una recuperación sostenida de las Bolsas sin una recuperación de los mercados de crédito. "Si se evita la deflación será el momento de invertir en crédito, Bolsa, inmuebles y demás activos de riesgo. Si, por el contrario, el panorama deflacionario se confirma, el efectivo y los bonos del Gobierno serán los activos preferidos por los inversores. En cualquier caso, el primer paso es ver si el Plan Geithner [secretario del Tesoro de EE UU] logra resolver el problema de los activos tóxicos en los balances de los bancos". -
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