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Entrevista:ALMUERZO CON... DIMITRI MEDÓIEV

"Mi abuelo fabricó cerveza para Stalin"

Pilar Bonet

Dmitri Medóiev trae a nuestra cita varios de sus tesoros: su pasaporte osetio, la acreditación como embajador plenipotenciario de Osetia del Sur en la Federación Rusa, y los vinos. El pasaporte le registra como el ciudadano 59.844 del territorio caucásico secesionista sin impedirle tener simultáneamente la ciudadanía rusa; la acreditación, válida hasta 2012, le ha sido entregada en febrero por el Ministerio de Exteriores de Rusia. En cuanto a los vinos, estamos ante dos variedades de tinto seco que fueron elaborados en la hacienda familiar, en su tierra, que Rusia reconoció unilateralmente como país independiente en agosto de 2008 tras guerrear con Georgia.

Medóiev ha elegido el restaurante Sochi por sus especialidades osetias. Apuntando hacia las dos jarras de cristal que ha hecho disponer sobre la mesa, exclama: "Este vino no lo encontrará en ningún sitio. Caldos naturales elaborados en el campo, sin agua, sin azúcar, limpios... Uno es de día y el otro es de noche". El vino "de día" es ligero -"sólo 11 grados"- y con él acompañamos el sulugumi ahumado, uno de los quesos que nos sirven como entrantes. "Los georgianos se han adjudicado esta clase de queso como suya, porque en tiempos de Stalin todo lo bueno se consideraba georgiano", dice. En Moscú se venden quesos de Osetia del Sur, pero no se ha organizado aún la importación, ni de queso, ni de vino ni de agua. Una comisión ruso-osetia redacta los acuerdos.

El embajador de Osetia del Sur en Moscú representaba antes al secesionismo

Le llega el turno al "vino de noche". Un "supervino". Saborea el resultado de "la mezcla de dos tipos, uno de ellos georgiano, el atenuri, "que quiere decir Atenas, porque viene de una zona de Georgia poblada por griegos". En Osetia la vid se cultiva desde la antigüedad. "En casa siempre teníamos 500 o 600 litros y eso, porque vivíamos en la ciudad. En el campo, cada familia tenía toneladas". Él sueña con llenar "unas cuantas botellas" de sus mejores caldos y ponerles una "exclusiva etiqueta". "Vino de Medoiti". "Mi familia suministraba cerveza al Kremlin en época de Stalin y en 1937, mi abuelo la fabricó para su cumpleaños".

Medóiev vive en Moscú desde 1997. "Aquí estudié en la Academia Diplomática, donde me gradué en 2001. Además del osetino y el georgiano, hablo también el persa. Me preparaba para marcharme de cónsul a Mashar il Sharif (Afganistán). Y ya ve...". Antes del reconocimiento unilateral de Osetia del Sur, el embajador representaba a los secesionistas caucásicos en Moscú, pero su nuevo estatus conlleva múltiples trámites burocráticos, entre ellos el de buscar una mansión para embajada.

En la entrega de credenciales al presidente Dmitri Medvédev, Medóiev coincidió con nuevos embajadores occidentales. ¿Cómo le trataron? "Procuraron no cruzarse conmigo", dice, mientras atacamos los pasteles osetinos. Cuando llevamos comida una cuarta parte del pastel de queso (ualibaj) y otro tanto de tallos de remolacha (tsajaradzhin), nuestro apetito está más que colmado. La camarera envuelve los restos y nos los llevamos en el Mercedes del embajador, que antes de sentarse al volante, aparta un mapa. "Es un mapa moderno que me ha regalado (el ministro de Exteriores ruso) Lavrov y ya representa a Osetia del Sur y Abjazia como Estados", dice.

Restaurante Sochi. Moscú

- Quesos variados: 290 rublos.

- Dos ensaladas: 540

- Dos sopas: 480.

- Un ualibaj (pastel de queso): 480.

- Un tsajaradzhin (pastel de remolacha): 450.

- Un expreso: 110.

- Dos aguas minerales: 200.

Total: 2.550 rublos (56,33 euros).

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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