La nueva presidenta del Parlamento pide "consenso" para afrontar la crisis
Los grupos se felicitan del buen tono con el que arranca la octava legislatura
El PP recuperó ayer el control del Parlamento de Galicia. Tres años, ocho meses y apenas unos días después de que, al inicio de la legislatura pasada, socialistas y nacionalistas se hiciesen con la mayoría de la Mesa de la Cámara, los conservadores volvieron a situar a uno de los suyos al frente del legislativo autonómico.
Tal y como estaba previsto, la nueva presidenta será la diputada pontevedresa Pilar Rojo (A Coruña, 1960), arquitecta de profesión, conselleira de Familia en el último Gobierno de Manuel Fraga y amiga personal de Mariano Rajoy (su marido es el cuñado del líder del PP cuyo contrato como director financiero de la Cidade da Cultura fue investigado por el Parlamento). Junto a ella, la única mujer presente en la Mesa, controlarán el máximo órgano de gobierno de la Cámara el diputado orensano José Manuel Baltar (hijo del presidente de la Diputación de Ourense y líder provincial del partido, José Luis Baltar) y el parlamentario lucense José Manuel Balseiro. El cuadro de mando del legislativo lo completan dos miembros del gobierno bipartito en funciones: el conselleiro de Traballo, Ricardo Varela (PSdeG) y el vicepresidente, Anxo Quintana (BNG).
Touriño y Feijóo hablarán mañana en Monte Pío del traspaso de poderes
La nueva presidenta (elegida únicamente con los votos del PP) pidió a los diputados "un trabajo riguroso y constructivo en esta Cámara" para buscar "soluciones reales a los problemas reales de los ciudadanos". Consciente de las diferencias que separan a los tres grupos políticos, Rojo hizo un llamamiento a lo que les une: "La preocupación por Galicia". "A ese consenso apelo hoy, más aún si cabe, por los momentos de dificultad económica que nos toca vivir", aseguró. "Los gallegos deben sentir que nuestro trabajo les representa" y el balance final de la legislatura "debe convencer a nuestro pueblo de que aquí estamos para servirlo", añadió la nueva presidenta.
Cumplido el trámite de la constitución del Parlamento, Rojo se puso manos a la obra para examinar los plazos de la sesión plenaria que hará de Alberto Núñez Feijóo el nuevo presidente de la Xunta. Fuentes del PP mantenían ayer como fecha más probable para el debate de investidura los días inmediatamente posteriores a Semana Santa. No obstante, si el PP quiere anticipar plazos y acelerar el traspaso de poderes, tiene tiempo suficiente para citar a los grupos y convocar un pleno el lunes de la semana próxima.
La legislatura no puede comenzar mejor, en términos de voluntad de consenso, a juzgar por las palabras de los portavoces de los tres grupos. El responsable en funciones de los diputados del PP, Manuel Ruiz Ruivas, se lo ofreció a la oposición; Xaquín Fernández Leiceaga (PSdeG) otorgó un "voto de confianza" a la nueva presidenta y Carlos Aymerich (BNG) destacó "el buen precedente" que supone la presencia de todos los grupos en la Mesa de la Cámara.
Mientras tanto, el PP y el Gobierno en funciones de la Xunta ya han acordado el calendario de reuniones parapreparar el traspaso. El presidente en funciones, Emilio Pérez Touriño, se reunirá mañana con su sucesor, Alberto Núñez Feijóo, en la residencia de Monte Pío. Hoy mismo se verán las caras los encargados de los detalles técnicos: los diputados del PP Pedro Puy y Agustín Hernández, ambos con experiencia en el Gobierno Fraga, y dos altos cargos de la Xunta saliente: el conselleiro de Presidencia en funciones, José Luis Méndez Romeu, y el secretario general de Presidencia, Gumersindo Guinarte.
En la sesión constitutiva del Parlamento de Galicia no estuvo presente por enfermedad el diputado socialista por Pontevedra Modesto Pose.
"Himno nacional"
La inexperiencia jugó ayer en contra de los nuevos responsables de la Mesa. Primero fue José Manuel Balseiro, que se estrenaba como secretario y olvidó tomar juramento a dos de sus compañeros, el secretario general del PP, Alfonso Rueda (al que además cambio el segundo apellido "Valenzuela" por el de "Venezuela") y el número uno por A Coruña, Carlos Negreira.
También la nueva presidenta, Pilar Rojo, a punto estuvo de olvidar que el orden del día de la sesión incluía el Himno Gallego. Cuando los diputados ya rompían filas, rectificó y dijo: "Perdón, falta lo más importante, el himno nacional". Aymerich (BNG) ironizó acerca del lapsus y Rojo se sintió obligada hacer público un comunicado en el que aclaró que la denominación oficial de la partitura de Pascual Veiga es "himno de Galicia". Por si acaso alguien lo dudaba.
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