El sector bancario echa por tierra el atisbo de recuperación en las Bolsas mundiales

A cada atisbo de recuperación, las Bolsas responden con un mazazo fenomenal. El agujero negro de la banca -y en menor medida también del sector de la automoción en EE UU- castigó ayer con dureza los mercados de toda Europa, que sufrieron fuertes descensos, de hasta el 6%. Pero el batacazo fue general. Wall Street cedía más del 3% a media sesión por el cúmulo de mensajes negativos lanzados por la Administración de Obama. El descalabro se extendió como una mancha de aceite por todo el mundo, desde Asia hasta Latinoamérica. Prácticamente sin excepciones.

La intervención de Caja Castilla La Mancha inyectó una nueva dosis de incertidumbre en el sector financiero en España; se notó en la cotización de los títulos que protegen contra riesgo de impago del Santander y el BBVA. Y también en el aumento del diferencial de los títulos de deuda pública españoles con el bono alemán.

Pero fue sobre todo, el aviso de EE UU sobre la posibilidad de que la banca necesite nuevas ayudas truncó las esperanzas de recuperación en las finanzas globales. Los dos grandes bancos españoles perdieron más del 7% y arrastraron al Ibex a una caída del 4,1%. En dos sesiones prácticamente se ha barrido el último rebote, que duró 13 jornadas.

El descalabro en Europa fue aún mayor: las caídas llegaron a superar el 10% en algunos bancos y las grandes Bolsas respondieron con abultados números rojos en Francfort (5,1%), Londres (3,5%) y París (4,3%).

El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, alertó ayer de que los bancos podrían necesitar -de nuevo- "grandes sumas" de dinero para salir del pozo. El presidente de EE UU, Barack Obama, lanzó un ultimátum a General Motors y Daimler con condiciones estrictas para acceder a las ayudas públicas y provocó caídas en el sector del automóvil. Tras dos semanas al alza, los analistas apelaban ayer a la toma de beneficios para explicar el desplome en las Bolsas. Pero hay más: crisis financiera y económica siguen retroalimentándose en una espiral que parece no tener fin. Y van 20 meses de tormenta.