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El alcalde de La Nucia dice que su antecesor en el cargo es un "cáncer"

Bernabé Cano afirma que Diego Such actúa en connivencia con la oposición

El alcalde de La Nucia, el popular Bernabé Cano, va sobrado. No solo políticamente, sino también en lo que respecta a locuacidad. El pasado 2 de marzo, el alcalde se dirigió a un centenar de militantes, entre los que estaban sus concejales, para adoctrinarles y repartir estopa a quienes disienten de sus actuaciones al frente del gobierno local.

La reunión tuvo lugar en un clima de crispación marcado por los escándalos que afectan al PP relacionados con el auto judicial del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y la trama de empresas corruptas que dirigía Francisco Correa, que en una de las grabaciones no ocultaba su pretensión de dar un pelotazo urbanístico en La Nucia. Cano desveló en la multitudinaria reunión con militantes que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, pensaba no presentarse a la reelección en 2011 pero que cambió de opinión, a instancias de su mujer, para defender su honorabilidad puesta en entredicho por el auto de Garzón.

El regidor carga contra algunos conocidos vecinos del pueblo

En esa misma reunión, el alcalde arremetió contra los medios de comunicación, algunos significados vecinos de La Nucia y, especialmente, contra el popular Diego Such, su predecesor en el cargo y quien le pasó la vara de mando. El alcalde nuciero llegó a calificar a Such de "cáncer" y "enemigo público número uno", según la versión ofrecida por algunos regidores y militantes en la reunión celebrada en el casino de la población. Para Cano, que tiene 14 de los 17 concejales, Such estaría ahora actuando en connivencia con los tres concejales de la oposición, dos del PSPV y uno del Bloc.

Según los asistentes consultados, el alcalde se mostró especialmente agresivo con el farmacéutico, Miguel Cano, y los dueños de la fábrica de quesos que existe en el casco urbano, a los que acusa de haber dado dinero a los socialistas para la última campaña electoral, aunque Bloc y PSOE concurrieron juntos y la lista la encabezó la nacionalista Sonia Pérez. Según el testimonio de los presentes, Bernabé Cano habría llegado a decir que lo que pretenden estos empresarios es expulsar a los populares del pueblo. "Van a muerte contra nosotros", indicó Cano en la reunión, donde amenazó con obligar a la fábrica de quesos a trasladarse al polígono industrial por considerarla una empresa "molesta".

Tampoco se libró de las críticas el restaurante El Xato, ubicado frente al Ayuntamiento. Sus dueños componen para el alcalde una "célula talibán" que está intentando politizar a los regantes de La Nucia junto con el padre de la concejal del Bloc. Lo que Cano no dijo es que los regantes tienen su sede desde hace casi dos años en el edificio de Urbanismo, donde se intenta ofrecerles riego localizado con agua depurada para que el agua potable vaya a parar a los PAI de La Serreta y Pie de Monte, que no disponen del informe de suficiencia hídrica de la Confederación Hidrográfica del Júcar. La política urbanística del alcalde ha llevado a cerca de 120 vecinos de distintas nacionalidades a organizarse y el sábado pasado presentaron una asociación para luchar contra los abusos urbanísticos y el desarrollo insostenible.

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A medida que en el transcurso de la reunión crecía el calentón del regidor, Cano anunció a su auditorio querellas contra algunos titulares y periodistas, aunque se manifestó especialmente crítico contra de EL PAÍS, periódico al que acusó de estar actuando contra los intereses de La Nucia. El alcalde también arremetió contra la Cadena SER y los periódicos Levante-EMV e Información, a los que consideró órganos de propaganda del Partido Socialista.

Cano, en su locuacidad, criticó asimismo la gestión de otros ayuntamientos populares como los de Benidorm y La Vila Joiosa, de los que comparó sus infraestructuras con las de La Nucia. Y ello a pesar de que Bernabé Cano fue uno de los apoyos principales del alcalde de Benidorm, Manuel Pérez Fenoll, a la hora de disputar al presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, la presidencia provincial del Partido Popular.

Nadie se libró de sus ácidos comentarios, ni siquiera una funcionaria que es delegada sindical y que fue vilipendiada por disponer de las horas que le permite la ley para ejercer su función. El alcalde criticó a CC OO por pedir transparencia en la política de contratación.

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