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ROSALÍA PORTELA | Consejera delegada de Ono | Carreras & Capital humano | nombres propios

El ser 'O-no' ser de una mujer

Carmen Sánchez-Silva

Rosalía Portela todavía no se ha estrenado en Ono, está a la espera de que la junta de accionistas ratifique la decisión de su consejo para lucir el puesto de consejera delegada, una formalidad que le impide hablar de la compañía de telecomunicaciones y que al departamento de comunicación de ésta le imposibilita localizarla. Contenta de su nuevo reto y de haberse abierto camino en el mundo de la dirección, "más hostil para las mujeres, entre otras cosas porque no tenemos los mismos contactos que los hombres y se nos pide más", Portela señala que lo ha conseguido "trabajando mucho, con una buena formación y siendo muy exigente conmigo misma".

También reconoce que es muy exigente con la gente que trabaja con ella. Un aviso a navegantes para los trabajadores de Ono, que ha realizado un expediente de regulación de empleo tras la adquisición de Auna que afecta a cerca de 1.000 personas. "Soy muy curiosa y pregunto mucho. Con el trabajo tengo ese hábito, que puede ser un defecto. No me conformo con la primera respuesta y a la gente le pido más y más", señala. "No me gustan los que dejan las cosas a medias, sí quienes se equivocan y luego lo arreglan".

Le gusta más la cultura anglosajona que la española en la empresa

Esta licenciada en Económicas por la Universidad Complutense de Madrid y con un máster por la Universidad de Memphis se jacta de tener una trayectoria profesional movida, como corresponde a la cultura laboral anglosajona, que prefiere a la española. "He cambiado de trabajo cada cinco o seis años. Y es porque el reto intelectual de aprender cosas nuevas me gusta mucho", explica.

Sólo su primera empresa, Procter & Gamble, "donde aprendí", logró retenerla 14 años. A partir de ahí pasó por Kimberly Clark, "que es donde me dieron más oportunidades, estuve cinco años y llevé dos países y una división europea". Luego recaló en Repsol unos meses y conoció la cultura de la empresa española, para seguir con Telefónica, "que me dio la oportunidad de trabajar con todo tipo de recursos y de aprender todo lo que sé del mercado de telecomunicaciones", asegura.

Pendiente de iniciar su nuevo ciclo, la consejera delegada de Ono es una amante de la música clásica a la que le cuesta elegir su compositor favorito (Mozart), pero no afirmar que es asidua, junto a su marido, al festival de Salzburgo o que el miércoles pasado, también con él, estuvo en la ópera. La pareja no tiene hijos y una de las cosas que más le gusta hacer es viajar.

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Sobre la firma

Carmen Sánchez-Silva
Es redactora del suplemento Negocios. Está especializada en Economía (empleo, gestión, educación, turismo, igualdad de género). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Previamente trabajó en La Gaceta de los Negocios, Cinco Días, Ranking, Mercado e Ideas y Negocios. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.
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