Una berlina atractiva y económica

Un coche familiar de estética sugerente y con una calidad más que aceptable por 13.900 euros (con el descuento de lanzamiento de 1.000 euros). Es lo que ofrece el Cruze, el primer modelo completamente nuevo desarrollado por Chevrolet desde que absorbió la marca coreana Daewoo. Sale a la venta en abril con carrocería berlina y tres motores.

El Cruze es un coche global creado por un equipo multinacional que se fabricará en tres continentes y se venderá en más de cien países. En Europa se sitúa como alternativa económica a las versiones cuatro puertas de los modelos compactos populares: Focus, Mégane y otros. Pero presenta aspectos diferenciadores que le sitúan en ventaja. El primero es el precio: la versión básica cuesta unos 2.000 euros menos que las de estos rivales, aunque hay que sumar el aire acondicionado, de serie en éstos. Tiene también un tamaño algo mayor -4,60 metros de largo-, que refuerza su presencia y le acerca a berlinas medias como el Peugeot 407. Y este detalle, unido a un diseño bien resuelto, define un competidor muy bien dotado.

Pretende ser la alternativa a sus grandes competidores: el Focus y el Mégane

El diseño del Cruze sigue las tendencias de moda entre las berlinas y busca la deportividad. La línea se inspira en los cupés, con un techo en forma de arco que cae por detrás para unirse a una zaga corta y musculosa. Pero lo mejor es el frontal, que refleja el nuevo ADN de Chevrolet y estrena una parrilla doble con una rejilla tipo nido de abeja separada en el centro por la cruz de la marca. Los faros, el parachoques y los resaltes del capó ayudan a definir un rostro con carácter que reúne atractivo y personalidad. Y recoge detalles de BMW, como los nervios laterales cóncavos de la base de las ventanillas o el diseño de la zaga, que rematan una imagen vistosa y sugerente.

El interior ofrece un espacio correcto, con unas plazas delanteras desahogadas y buenos huecos para objetos. A pesar de su línea estilizada, atrás puede alojar adultos de 1,85 metros sin tocar con el techo y cuenta con un buen maletero de 450 litros. Sin embargo, lo que más sorprende es la presentación, que marca un gran paso adelante en Chevrolet. El salpicadero es atractivo, aunque aplica plásticos duros en lugar de mullidos, pero tiene un volante vistoso y una consola central a la última. Y la calidad de materiales y acabados resulta satisfactoria.

La conducción, el comportamiento y la mecánica también están a la altura. La gama empieza con un 1.6 de gasolina y 113 CV que cuesta 13.900 euros con el descuento. No destaca por su brío, pero alcanza 185 km/h y consume 6,8 litros de media. Le sigue un 1.8 de 140 CV (15.300) que llega a 200 km/h y gasta lo mismo. Y hay un 2.0 turbodiésel de 150 CV (19.550) que apenas consume 5,6 litros y alcanza 210 km/h. Se ofrecen cuatro acabados, pero el básico incluye ya seis airbags, ESP, radio-CD / MP3 y tres años de garantía. Los demás añaden al menos climatizador, cuatro elevalunas eléctricos, ordenador de viaje y más detalles.