Los peregrinos contribuirán a reforestar el Camino de Santiago
Jarabe de Palo apadrina un bosque sostenible en Compostela
En otoño -como pronto- todos los peregrinos que quieran podrán recorrer los más de 700 kilómetros del Camino de Santiago (por territorio español) plantando árboles con un sencillo movimiento: lanzando una semilla envuelta en barro -nengo dango (piedra de arcilla, en japonés)-, que germinará en un 2% de los casos. Pero es un buen porcentaje; los métodos tradicionales consiguen germinar el 0,2% de las veces. Además, Santiago, se unirá a otras ciudades españolas que ya tienen su propio bosque plantado con el mismo sistema: Jarabe de Palo pondrá nombre a uno pequeño en Compostela, según asegura el alcalde de la ciudad.
Ya lo han hecho en Leganés (Madrid) y Cornellá (Barcelona), apadrinados por un grupo autóctono: Revólver y Estopa, respectivamente. Ayer, Xosé Sánchez Bugallo estuvo rodeado por el líder de Jarabe de Palo, Pau Donés, y por el locutor de Los 40, Tony Aguilar, para prometer que Santiago se sumará a las localidades que ya tienen su propio parque o bosque plantado con nengo dango. No será, sin embargo, ni un cantante ni grupo gallego el que promocione el bosque del que aún no se conoce ubicación: "Tendremos el bosque y queremos que Pau Donés venga a cantar aquí, y le llamaremos Jarabe de Palo", explicó el alcalde.
Las semillas se preparan en centros de discapacitados
Son unas bolas de arcilla, duras, muy parecidas a las trufas de chocolate. "Pero no se comen: dan vida sólo a la tierra", bromeó Pau Donés. La filosofía de convertir los desiertos en bosques proviene de un método de agricultura natural japonés. Y la idea la adoptó hace algo más de un año la Fundación +árboles, que se dedica a reforestar la superficie verde de España. Para ello intentan crear una red que conecte e involucre a empresas, organismos públicos y particulares. Ya han replantado 100 millones de árboles y amenazan con seguir haciendo "lo que es más fácil que talar: plantar", explicó Tony Aguilar.
Sobre el Camino de Santiago volarán 15.000 semillas antes de final de año y las lluvias harán el resto: derretir la arcilla que rodea a las semillas. Los peregrinos podrán recogerlas en los albergues del camino, y plantarlas en la zona. Según explicó ayer el delegado de la Fundación, las bolas se manufacturan en centros especiales de discapacitados, que son los encargados de preparar la vida bajo arcilla. Bugallo no podía disimular su entusiasmo y aseguró que las próximas plantaciones se harán con nengo dango: "En Monte de Gozo, en Pedroso y en Conxo".
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