El baño, con red antitiburón
En tiempos de crisis no hay que desaprovechar la mínima ocasión de viajar ?por la patilla?, como hizo el actor madrileño Manu Baqueiro antes de volcarse en la serie de TVE-1 Amar en tiempos revueltos. ?Por la patilla? significa que se apuntó como supervisor de un grupo de chavales que viajaba a Australia de intercambio. Él sólo tenía que estar localizable; con un móvil en el bolsillo. Y así pasó cuatro meses conociendo la geografía de la isla.
Ese tiempo da para mucho? Desde luego. En Sidney me pasé un mes entero. De allí, por supuesto, me encanta la Opera House, una maravilla orgánica del arquitecto Jorn Utzon; pero también disfrutaba paseando por Mosman, una zona residencial que no aparece en las guías, donde hay unas casonas preciosas de finales del XIX. Se llega cogiendo un ferry en la bahía. Y el Fish Market es visita obligada: un inmenso mercado del pescado al aire libre donde se venden peces rarísimos.
Hablando de peces, ¿qué tal su relación con los tiburones? Mi primer consejo para el turista: nunca, nunca te bañes en una playa sin redes contra los tiburones. He leído que llevan 10 ataques en el último mes. Desde niño practico surf, así que fui mucho a la playa Bondi, a las afueras de Sidney. La recomiendo; tiene redes y hay muchos surfistas.
Haría pandilla y todo?
Claro. Por ejemplo, me fui con unos mochileros ingleses a las Blue Mountains, un parque natural a 80 kilómetros de Sidney. Se llama así por la luz que cubre las montañas durante el día; es como un aura azulada? Pero donde realmente hice colegas fue en el viaje a Ayers Rock: tres días en autobús desde Sidney.
¿Tres días? Se volvería loco? Pues se lo recomiendo a todo el mundo. Puedes ir en avión, pero el viaje por carretera es impresionante. Te adentras en el desierto, nada a tu alrededor, y de pronto paras en una fonda tipo Cocodrilo Dundee, pides una cerveza o lo que sea y sigues. Pasas la noche en mitad de la nada, con unos cielos estrellados que parece que se te van a caer encima? Y el premio: de pronto, surge una roca inmensa en la planicie, Ayers Rock, y un aborigen te habla de las deidades que aún la habitan. Impagable.
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