El dueño de la firma de la trama de Calp se desmarca del fraude

Todas las declaraciones y documentos del caso Aguas de Calpe coinciden en ubicar a Francisco Artacho, cuñado del concejal del PP Juan Roselló, en el centro de la trama, pero en sus declaraciones ante la juez Artacho optó por negar la mayor: aseguró no saber nada de las obras que una juez investiga por presunta malversación de fondos y prevaricación, debido a que Aguas de Calpe habría pagado más de un millón de euros por trabajos que no se realizaron, e insistió en que nunca estuvo ahí donde los demás dicen que estaba. Eso, a pesar de que Artacho era el propietario de la empresa Obras Hidráulicas de Levante a la que Aguas de Calpe encargó la renovación de la red de suministro en 2004 cuando su cuñado sí que estaba donde debía estar: era el edil responsable del Abastecimiento.

Declara que ignora que su empresa realizara obras en la red de aguas

En su declaración, Artacho incurrió en varias contradicciones. Si bien admitió que era el principal accionista de Obras Hidráulicas, aseguró que jamás tuvo conocimiento del funcionamiento de la empresa ni de su actuación en la renovación de la red. Sin embargo, en junio de 2004 firmó tres cheques por valor total de 150.000 euros a favor de la mercantil Montubo, subcontratada por Obras Hidráulicas para realizar los trabajos. El propietario de Montubo, Salvador Ibarra, declaró a la juez que la firma de Artacho estaba para ganar dinero y jamás ejecutó ninguna obra. Cuando se produjo la adjudicación, Obras Hidráulicas se dedicaba al reparto de propaganda.

En realidad, es muy difícil comprender cómo es posible que el cuñado de Roselló no supiera nada de la trama si también suscribió el contrato entre su empresa y la de Ibarra, según declaró otro imputado, el gerente de Aguas de Calpe José Alberto Mut. Además, un poder notarial convirtió a Artacho pocas semanas después de la adjudicación de las obras en administrador único de Obras Hidráulicas, lo que le daba el poder para firmar esos cheques. Por si fuera poco, su antecesor en ese cargo, Jesús Lara Santamaría, también encausado en el proceso, declaró ante la juez que el responsable del contrato con Aguas de Calpe era Artacho, lo que provocó la imputación de este último.

El cuñado del edil popular afirmó que se enteró del polémico proyecto en una reunión celebrada en la sede de Aguas de Valencia (accionista de Aguas de Calpe y cuyo gerente, Francisco Zorrilla, también está imputado) a la que acudieron los propietarios de Montubo e Iberagua, suministradora de los materiales de la obra. Artacho intentaba así implicar a esas empresas en el diseño de la trama y desvincularse de la misma, pero la versión de Ibarra es diferente: asegura que fue Artacho el que le comunicó que Roselló les iba a encargar una obra muy importante en Calp durante una reunión que tuvo lugar en febrero de 2004 en una feria de Zaragoza, un mes antes de la adjudicación.

Otro dato más. Montubo había subcontratado para las obras a otra compañía, Exca-Gata, cuyo propietario, Nicolás Agudo, está hoy personado como acusación particular en el caso, ya que le deben 245.000 euros. Pues bien, Agudo asegura que en 2005 Ibarra le dijo que ya no podía pagarle porque Artacho no le pagaba a su vez a él.