Touriño: "No pienso en el futuro, vivo al día"

Con un tono mucho más distendido que el de sus últimas apariciones públicas, compareció ayer el presidente en funciones de la Xunta tras la reunión semanal de su Gobierno. Emilio Pérez Touriño fue tajante al negar que la Administración esté paralizada, como ha denunciado algún sindicato, y subrayó que su gabinete trabaja para atender los asuntos de trámite al ritmo "normal de un gobierno en funciones".

El jefe del Ejecutivo defendió la continuidad de las oposiciones para el Consorcio de Benestar y recordó, como antes había hecho el vicepresidente Anxo Quintana, que será el Gobierno de Feijóo el que resuelva las pruebas. Touriño anunció partidas para media docena de obras menores y despachó las cuestiones sobre su futuro sin perder la sonrisa, pero con evasivas a cada pregunta. "No pienso mucho en el futuro, vivo al día", señaló sobre su destino. "Estoy en la reserva activa", respondió al ser preguntado por su papel en el congreso extraordinario que elegirá a la nueva dirección del PSdeG a finales de abril. El traspaso de poderes lo acometerá "cuando toque", sin ofrecer más detalles.

Ni siquiera cargó contra el Partido Popular cuando se le mentaron sus críticas. El plazo para la finalización de la autovía Santiago-Ourense, un proyecto ampliamente publicitado durante la legislatura, lo delegó en el jefe de obra, si bien admitió que la infraestructura acumula "algún retraso". ¿Corre peligro la ordenación del litoral si sus sucesores no prorrogan la prohibición de construir en los primeros 500 metros de costa? "Es conocido nuestro criterio para proteger el litoral, hay margen de maniobra para mantenerla", subrayó.

Casi a la misma hora, el PP daba rienda suelta a su denuncia diaria contra el bipartito. Un día censura la paralización de la Xunta por no despachar ni siquiera los expedientes de trámite. Y al otro culpa al mismo Gobierno de extralimitarse en sus competencias. Ayer su objetivo fue la Consellería de Política Territorial.

A través de un comunicado, el secretario general del PP, Alfonso Rueda, culpó al departamento de María José Caride de "vaciar las arcas públicas con adjudicaciones masivas" antes de que Feijóo tome posesión como presidente. Su número dos en el partido deslizó la idea de que Caride está "haciendo caja y pagando favores" con concursos públicos que cifró en 130 millones de euros. Entre ellos, los populares citaron tramos de futuras autovías que el bipartito pretende adjudicar en las próximas semanas.

En su respuesta Política Territorial se aferró a la nueva ley de contratos que ordena establecer de antemano los plazos de las infraestructuras y obliga a comunicar publicamente cualquier aplazamiento de la tramitación. La consellería de Caride alegó que todas las obras estaban proyectadas antes de que se convocasen las elecciones y atribuyó las criticas del PP a "una campaña de difamación contra el actual Gobierno". Y contrapuso esta actitud con la del anterior Ejecutivo del PP.