Alonso lidera el aluvión de críticas

Las múltiples discrepancias surgidas a raíz de las decisiones tomadas de forma unilateral por el Consejo Mundial de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) comenzaron a aflorar ayer. Varios pilotos de fórmula 1 se pronunciaron sin tapujos tanto sobre el cambio reglamentario que concederá el título mundial a quien más victorias consiga y no a quien atesore más puntos, como en relación a los sustanciales recortes presupuestarios planteados a partir de la temporada 2010. El español Fernando Alonso fue una de las voces más críticas. "Me preocupa el futuro de la F-1", aseguró el doble campeón mundial.

"No entiendo la necesidad de cambiar las reglas tan a menudo", prosiguió Alonso en referencia a las modificaciones sobre la puntuación en el Mundial de F-1. "Estas decisiones sólo acaban produciendo confusión en los aficionados". El asturiano, sin embargo, se mostró mucho más preocupado por el anuncio de la FIA de reducir los presupuestos de los equipos hasta 33 millones de euros -incluyendo los sueldos de los pilotos y los ingenieros- a partir de 2010. "Creo que son preocupantes algunas de las decisiones que se han tomado para el próximo campeonato. Pero lo son mucho más las que afectan al futuro de la competición. Espero que haya alguna manera de que estas medidas puedan ser reconsideradas a corto plazo", indicó el asturiano.

"El título podría decidirse en nueve carreras", asegura Jenson Button

Las críticas fueron también severas por parte del piloto de Williams, Nico Rosberg, que se postuló como contrario a los cambios. "Me parece que no tienen ningún sentido", afirmó. Nick Heidfeld, piloto de BMW Sauber, agregó: "Supongo que a alguien le gustará, pero a mí no. Hubiera preferido seguir con las puntuaciones habituales, porque creo que eran más claras. La temporada se compone de 17 carreras y no sólo de las seis o siete que pueda ganar un piloto. No me parece lógico que el campeón pueda tener menos puntos que el subcampeón. Y menos si el resto de la clasificación se rige por los parámetros habituales. No tiene ningún sentido".

Jenson Button, primer piloto de la nueva escudería Brawn GP, tachó el nuevo sistema de arriesgado. "Creo que incentivar las victorias es interesante. Entiendo esta filosofía. Pero puede producir un resultado arriesgado: en nueve carreras podríamos ya tener un nuevo campeón. Y entonces el interés de las carreras caería en picado, aunque la diferencia de puntos fuera mínima".

Algunos equipos impidieron a sus pilotos pronunciarse. "No tengo opinión sobre este tema", se limitó a responder Lewis Hamilton. En cambio, la reacción de la escudería Renault llegó de su director general, Flavio Briatore. El magnate italiano se alineó al lado de la FIA y de su amigo Bernie Ecclestone, copropietario de la FOM (F-1 Management), claros ganadores de la batalla que se ha planteado entre estos estamentos y la Asociación de Equipos, FOTA, presidida por Luca di Montezemolo. "No tengo ningún problema con el nuevo sistema", señaló Briatore a la web F1Live. "Creo que es una excelente motivación para que los pilotos busquen la victoria".

Ecclestone, por su parte, fue tan contundente en los halagos hacia las nuevas medidas, que abrió la puerta a todas las especulaciones sobre un complot entre él y la FIA. "Si, como parece, los Brawn GP son competitivos en las tres primeras carreras, el título podría ser incluso para Jenson Button. Si las gana, eso le dará un opción de cara al título, aunque después debamos mirar hacia los pilotos clásicos: Alonso, Raikkonen, Massa y Hamilton", indicó Ecclestone sobre las nuevas reglas de la clasificación.

Sin embargo, fue aún mucho más contundente al hablar de la reacción de la FOTA a la drástica reducción de costes planteada por la FIA. "Cada vez que se plantean cambios, hay personas que se quejan. La FOTA planteó una reducción del 50% en sus presupuestos. Y eso no habría cambiado nada: los que invertían 300 millones de euros pasarían a invertir 150, y los que invertían 80 pasarían a 40. Ahora se abre la posibilidad de que un equipo pueda correr el Mundial por 33 millones de euros. Y puede ser competitivo porque se le permitirá una libertad en las evoluciones técnicas que los otros no tendrán, aunque inviertan muchos más millones. Tal vez el tope sea demasiado corto, pero lo cierto es que el Mundial puede crecer. Me gustaría ver una parrilla con 26 coches y volver a las preclasificaciones".