Soluciones pequeñas para grandes retos

Alfonso Gañán ha sido persistente en su vida. Primero, en sus estudios hasta lograr su cátedra de Mecánica de Fluidos en la Universidad de Sevilla, y más tarde, para lograr devolver a la sociedad su conocimiento y saber, adquirido con su esfuerzo y, como él mismo reconoce, por los medios que la sociedad ha puesto a su disposición. Tras un intento frustrado en los años noventa por poner en aplicación sus patentes, Gañán, en compañía de Sebastián Chaves, profesor de genética, y Ángel Cebolla, un reconocido experto en biotecnología, pusieron en marcha Ingeniatrics en 2001. Nacida como spin off en la Universidad hispalense, esta sociedad limitada ha tenido un recorrido internacional muy prolijo por Norteamérica y Europa antes de volver la mirada al mercado nacional, en el que ahora tiene puestos sus objetivos.

Sus tres áreas de negocios tienen una base común, la mecánica de fluidos y la utilización de micro o nanopartículas, pero con distintas aplicaciones: la climatización, la encapsulación y los análisis clínicos.

Gañán, presidente de Ingeniatrics, junto a Eladio Mendoza, su director general, desentrañan la fortaleza de Ingeniatrics, que inició su vida desarrollando la plataforma microfluídica que habían creado con sus patentes, aplicándolas a la biomedicina y a la diagnosis.

"Nuestros primeros trabajos fueron realizados sobre pedidos, y como consecuencia de que, cuando acudíamos a congresos o publicábamos nuestras investigaciones, nos dimos cuenta de que hasta nosotros se acercaban tanto investigadores como empresarios", explica Gañán, quien tiene publicadas más de 1.400 referencias en la literatura científica y posee un coeficiente H de primer nivel mundial en física de fluidos.

Tras trabajar para grandes multinacionales de farmacología, a las que han aplicado sus tecnologías de encapsuladosy con las que mantienen contrato de confidencialidad de sus productos, en 2005 decidieron ampliar su capital hasta los 300.000 euros y poner en desarrollo un proyecto que verá la luz en el mercado español el próximo mes de abril.

Se trata de un ventilador de microclima para exterior, cuya base tecnológica es la aplicación de aerosoles que producen unas gotas de agua tan pequeñas que nunca caen al suelo y que, al evaporarse, provocan el descenso de temperatura.

Gañán y Mendoza destacan que el secreto o el éxito de su producto, destinado al sector de la hostelería inicialmente, es que, a diferencia de otros como la esfera bioclimática de la Expo 92, sus aerosoles producen unas gotas tan minúsculas que no provocan una "ducha" en el usuario, sino simplemente una reducción de la temperatura ambiente. Además, el aparato tiene una alta eficiencia energética, no contiene aditivos y su mantenimiento es de coste muy bajo. Este sistema ha sido ya comercializado en EE UU, tanto como ventilador para espacios al aire libre como aplicados a un tractor cortacésped sin cabina a modo de aire acondicionado para el conductor.

Otro de sus productos estrella es un nebulizador analítico, aplicado para introducir muestras en equipos de análisis químicos básicos, que consigue mejorar la sensibilidad de los análisis y rebajar los límites de detección.