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Reportaje:Información privilegiada | Empresas & sectores

Seopan impulsa los planes de Zapatero

La asociación de constructoras prepara programas para dinamizar la economía

Miguel Ángel Noceda

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, acostumbra a pedir planes de reactivación a los presidentes de las grandes empresas y a los responsables de los principales sectores industriales con el fin de encontrar soluciones a la crisis. La reducción de los beneficios empresariales, cuando no la entrada en pérdidas, las intervenciones de bancos en países del mundo desarrollado y las bajas expectativas de crecimiento mundial no invitan a otra cosa que a pedir colaboración.

El sector que mejor puede ayudar es el de la construcción, sobre todo de obras públicas, y Zapatero lo sabe. Como el propio presidente subrayó cuando la crisis se mostró en toda su crudeza, la inversión en infraestructuras se configura como una de las claves de bóveda para la recuperación y para frenar la sangría de la destrucción de empleo. Además, los planes que ha puesto en marcha Barack Obama en Estados Unidos y los que también plantean en otros países europeos como Reino Unido, Francia y Alemania son estímulos para el Gobierno español, que ya cuenta con el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT) del Ministerio de Fomento, que ocupa Magdalena Álvarez.

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Pero de las palabras de Zapatero empieza ya a hacer tiempo y poco se mueve en el mercado. No obstante, la asociación de constructoras Seopan, que agrupa a 36 empresas, se puede convertir en un aliado inestimable. La entidad, que preside el anterior director de la Oficina Económica, David Taguas, viene trabajando desde poco después del mensaje del presidente en programas dinamizadores. Zapatero, que mantiene excelentes relaciones con su ex asesor y continuos contactos con la mayor parte de los principales presidentes de las constructoras, está perfectamente al corriente de las líneas directrices de esos planes extraordinarios.

El planteamiento esencial de esos programas es planificar unas inversiones para los próximos años en infraestructuras de carreteras y autovías, de ferrocarriles y en materia portuaria, que en muchos casos serían nuevas y en otros potenciarían muchos de los proyectos ya contemplados en el PEIT. Adicionalmente, se prevén operaciones en hospitales y establecimientos penitenciarios. El desarrollo de unas u otras actuaciones dependerán, inevitablemente, de las preferencias y de las limitaciones presupuestarias que ponga el departamento de Economía y Hacienda.

Eso es otro cantar. Pero, según las estimaciones de los responsables del sector, existe margen de maniobra suficiente para abordar inversiones. El plan de gasto sería asumible por los Presupuestos y los efectos sobre la actividad industrial y el empleo serían muy altos. El propio Taguas ha transmitido unas estimaciones de que una inversión pública del 1% del Producto Interior Bruto (PIB), es decir, una cifra por encima de los 10.000 millones de euros, tendría un efecto expansivo del propio PIB correspondiente al 3% a medio plazo. Según esas estimaciones, en el caso de que esa inversión pública se llevara a cabo con recorte del gasto no productivo, en lugar de aumento de impuestos, el efecto sería mayor.

La dinamización plantea métodos que aceleren la contratación con procedimientos de urgencia, concursos de proyecto y obra, declaración de urgencia de los expedientes, entre otras actuaciones. Es decir, que eviten los retrasos y la excesiva burocracia que suelen retrasar las contrataciones.

En el fondo del asunto late también la posibilidad de que haya participación privada en la financiación de las inversiones. Existen métodos ya conocidos, como puedan ser el alemán o la financiación en la sombra, pero en el sector se reclama que se faciliten las líneas específicas para habilitar esa financiación privada.

La búsqueda de colaboración con sectores económicos se implantó al poco de llegar a La Moncloa y se puso en marcha desde la Oficina Económica del Presidente, que entonces ocupaba el hoy ministro de Industria, Miguel Sebastián. Se plasmó en la creación de comisiones de empresas, como la que forman las compañías con presencia en Latinoamérica. Por cierto, de poca actividad en las últimas temporadas, y en las reuniones con las principales entidades financieras y los agentes sociales.

Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.
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