"Fuimos superiores"

El Madrid empezó la segunda parte sufriendo contra diez. El marcador lucía un 2-2 cuando Marcelo jugó para Raúl y Raúl tocó para Huntelaar. "Raúl me la dio y entré al área", recordó el holandés; "levanté la cabeza y vi que había un hueco junto al primer palo. Rematé y fue gol porque el portero no esperaba el tiro ahí. Le cogió por sorpresa".

El tercer tanto del Madrid aplacó el hervidero de San Mamés. La gente llegó al campo encendida. El ambiente estaba cargado. Los hinchas venían embalados desde la eliminatoria de Copa. "¡A la bim, a la bam, a la bim-bom-bam, Athletic, Athletic, geuria!". El impulso del graderío arrastró a los jugadores hacia la fricción.

"Fue un partido físico", dijo Casillas, muy tranquilo, en un pasillo de San Mamés; "hubo mucho cuerpo a cuerpo y pienso que el árbitro ha estado correcto". El portero se convirtió en la diana de la hinchada local tras caer al suelo y cogerse la cara con ambas manos como si hubiera recibido un golpe en la nariz. Yeste le había empujado en el pecho tras el segundo gol del Athletic. El árbitro le expulsó. Metzelder lo vio de cerca: "Los jugadores sabemos que no debemos empujar a los rivales porque se corre el riesgo de que nos saquen tarjetas. Por eso no entiendo su acción".

Metzelder sobre la expulsión de Yeste: "No debemos empujar a los rivales"

Huntelaar debió ver una tarjeta amarilla, por lo menos, por propinar un codazo a Iraola en el primer minuto. El árbitro consintió la falta sin mostrarla y a partir de ahí la noche se empezó a calentar. El holandés, con dos goles en su haber, lucía una sonrisa de conformidad con el trabajo bien hecho. "En la primera parte he tenido que jugar de espaldas a la portería", dijo; "no teníamos el balón, nos presionaban, y yo intenté aguantar arriba contra Ocio y Amorebieta para protegerlo y esperar a que llegasen mis compañeros. En esos momentos hubo un par de saltos en los que el árbitro fue excesivamente riguroso con los defensas del Athletic". "El partido ha sido duro", continuó, "pero yo lo he disfrutado. Para mí, ha sido el típico partido que saca lo mejor de los jugadores".

A la salida de una de esas faltas de Ocio sobre Huntelaar, tras pugnar por un balón aéreo, el Madrid metió el primer gol. Fue el comienzo de una goleada polémica. Cuando el partido concluyó, Juande Ramos, el entrenador madridista, dijo estar totalmente convencido de que su equipo fue superior sin ayuda arbitral. "El marcador ha reflejado la superioridad del Madrid", dijo; "prueba de ello es que nos hemos adelantado por 0-2. Luego hemos encajado dos goles en dos jugadas desafortunadas. Fueron dos despistes de la defensa en momentos en que el partido se había descontrolado. Después del esfuerzo que hicimos en Liverpool, no nos convenía jugar a una intensidad tan alta. Por lo demás, el calor del partido ha sido el normal teniendo en cuenta que era un Athletic-Madrid. No creo que el arbitraje haya influido en el resultado".

En lugar de reaccionar violentamente contra las decisiones del árbitro, el público ironizó con su desventura. Aplaudió a rabiar las decisiones del juez cuando favorecieron al Madrid. La gente se puso de pie incluso cuando pitó penalti por derribo de Marcelo. "¡Que bote San Mamés!", cantaba. La carraca no dejaba de sonar.

Juande aseguró que Higuaín fue al banquillo porque le sobraba. "Decidimos jugar con dos hombres de banda, como Marcelo y Robben y, entonces, me sobraba uno en el medio. Por eso optamos por dejar fuera a Higuaín". El que se quedó fue Raúl, que antes de ayer era el delantero del Madrid con más minutos jugados. Juande le considera imprescindible a pesar de que en Liverpool tuvo una actuación intrascendente. Ayer, tampoco brilló.

El Madrid resucita en San Mamés