"Hay que pillarle en una ilegalidad"

La antesala del falso soborno a Manuel Barrera, concejal independiente de San Fulgencio, se fraguó en una comida en un restaurante de Santa Pola en abril de 2008. Los protagonistas del encuentro fueron el Jefe de la Policía Local, Bernardo Cortijo, el concejal de Seguridad, el ex socialista Juan Antonio Gamuz, y Juan Sanahuja, detective privado de Barcelona.

En ese encuentro, según consta en la declaración de Cortijo a la juez, Gamuz planteó "la forma de pillar a Barrera cometiendo una ilegalidad". El detective respondió que lo mejor sería mediante una grabación de audio o vídeo de un acto de corrupción. El intendente inquirió luego al concejal quién iba a pagar el montaje, y Gamuz respondió que "todo lo iban a pagar quienes tuvieran el dinero, ya que ellos no lo tenían".

Días más tarde, Cortijo entregó al detective una provisión de 5.000 euros que, a su vez, había recibido del concejal Gamuz. Según Cortijo, posteriormente, el edil de Seguridad entregó al detective otros 10.000 euros.

A mediados de octubre pasado, el diario La Verdad difundió un DVD que recoge el momento en el que Barrera toma un sobre con 5.000 euros de manos de unos supuestos empresarios a cambio de impulsar el PAI de la Cantera, programa urbanístico del municipio que prevé 4.000 viviendas.

Cortijo no aclara a la juez si Gamuz actuaba a título individual o recibía órdenes de alguien, "aunque siempre hablaba en plural", precisa. Y resalta "la euforia" de Gamuz y de la alcaldesa tras la difusión del DVD.

A raíz de la difusión del DVD, la policía a instancia de la Fiscalía Anticorrupción, arrestó a Barrera. La juez lo encarceló y lo dejó en libertad 24 horas después. A continuación, la magistrada ordenó el arresto del intendente, un abogado y equipo de gobierno local (cinco ediles, entre ellos la regidora, la socialista Trinidad Martínez). Todos están imputados por cohecho y ninguno ha dejado el cargo.

Barrera señala que el DVD era una trampa para "eliminarle" políticamente. El edil mantiene que ha sido y es objeto de una campaña de persecución por parte del jefe de la policía. En el registro del ordenador del Cortijo, los agentes hallaron una carpeta con el epígrafe "Barrera". El edil ha denunciado estos hechos, incluido un supuesto intento de atropello.