El BNG propone renovar "referentes y equipos" para las municipales

La propuesta de renovación en el BNG va más allá de la ejecutiva, el portavoz nacional o el próximo candidato a la presidencia de la Xunta. Pasadas las elecciones al Parlamento Europeo de junio, el BNG se la jugará dentro de dos años en unas municipales que podrán a prueba los gobiernos de coalición con el PSOE. Y después de la derrota del bipartito el 1 de marzo, los nacionalistas son conscientes del riesgo de repetir errores. Para evitarlo, abogan por "revisar estrategias y métodos de trabajo en las ciudades". Pero no se detienen ahí. El Bloque cree que hay que comenzar ya a preparar las municipales "estudiando los cambios que sean necesarios en referentes y equipos".

La ejecutiva del BNG sacó adelante en su reunión del jueves un documento "para la reflexión" que hoy será propuesto al Consello Nacional, y que está basado en la carta que remitió el portavoz nacional, Anxo Quintana, a destacados dirigentes de la formación. En lo que afecta a los gobiernos de coalición, el documento considera imprescindible abrir un proceso que los afiance, "como manera de hacer creíble ante la sociedad una posible alternancia a medio plazo".

La dirección rechaza la reflexión lingüística que propuso Quintana

El Bloque se dispone a "revisar la relación con el PSOE en la política estatal", que estará presidida por un mayor distanciamiento. Pero en lo que a los ayuntamientos se refiere, aboga por asentar las bases de la relación "sobre el principio de lealtad, aceptación y respeto mutuo". Se trata de no repetir la "lectura errónea" de la situación política que condujo a la derrota del bipartito. "No percibimos el retorno a una situación de mayoría absoluta del PP como riesgo real", admite la ejecutiva del Bloque, hasta el extremo de entender, tanto el BNG como el PSOE, "que lo único en juego en estas elecciones era tener más peso en el futuro bipartito". "Infravaloramos al PP", resume el documento.

La nueva lectura que hacen los nacionalistas de la situación política repara en la forma "muy ajustada" en la que se ganó la Xunta en 2005, tras el Prestige, con un PP recién apeado del Gobierno central y con un candidato, Manuel Fraga, "muy deteriorado". Además, la victoria fue posible no gracias al BNG, "que sufrió un descenso electoral", sino "por el importante crecimiento del PSOE", que presentaba entonces "una imagen regenerada". Las elecciones de 2007 "anticiparon el cambio de tendencia", al mantener el PP su "gran fortaleza" y manifestarse en las ciudades el "ascenso" de los populares y la "debilidad" de los nacionalistas.

Entre los errores del bipartito que el BNG quiere ahuyentar en las ciudades están los derivados de la "ausencia de una cultura de gobiernos de coalición". Las diferencias entre los socios "contribuyeron a instalar la percepción, alimentada a lo largo de la legislatura por el PP y sus aparatos mediáticos, de que la reedición del bipartito no aseguraba un gobierno fuerte y eficaz en un contexto de crisis". Para el Bloque fue una preocupación mantener un perfil propio en la Xunta para "evitar el riesgo de ser deglutido por el PSOE", pero ese planteamiento contribuyó a "la visualización de un gobierno dividido en dos partes, acentuada por las deslealtades del PSOE".

El documento que la ejecutiva traslada hoy al Consello Nacional rebaja las propuestas en materia lingüística de Quintana, en las que abogaba por "un nuevo posicionamiento" ante el proceso de normalización y por "aceptar con normalidad política el hecho real de una sociedad bilingüe". Tras pasar por la criba de la dirección del BNG, el análisis se centra ahora en el daño causado por "la falsa percepción instalada por el PP y algunos medios de comunicación" de que el Bloque practica "la imposición idiomática", a pesar de que los avances en la materia fuesen "muy pequeños". También lamenta no haber detectado la "evolución españolizadora" de las clases medias, "cada vez más distanciadas del proceso galleguizador del nacionalismo"