700 libros al alcance de un clic
Google Books digitaliza los fondos editoriales de la Universidad de Santiago
Libros y tesis al alcance de todo el mundo. Desde cualquier sitio y a golpe de clic. Dentro de unos meses, sólo se necesitará una pantalla y una línea telefónica para acceder a la mayoría de las publicaciones editadas por la Universidad de Santiago (USC). Sin buscar en estanterías. Sin tener que viajar a Galicia. La gran biblioteca virtual que Google quiere construir en Internet amplia ahora sus fondos con 700 libros y 246 tesis doctorales de la universidad compostelana.
Para dar con ellas, bastará con escribir en el buscador de Google Books (books.google.es) dos o tres palabras que contengan las páginas de estas obras editadas por el Servizo de Publicacións e Intercambio Científico de la universidad. Una vez localizadas, sin embargo, su consulta estará limitada. Además de la portada, la contraportada, el índice y las solapas, los internautas sólo podrán leer un 20% del contenido del documento. Ahí Google se topa con la protección legal de los derechos de autor, que obligan a ocultar el resto del libro y prohíben descargar e imprimir sus partes visibles. Ese es el rasero, pero luego son los editores quienes deciden. La Universidad de Salamanca, por ejemplo, se apuntó al carro de Google Books hace unos meses y decidió mostrar sus obras íntegras. En el Servicio de Documentación arguyen que el autor que consta en todos los documentos es la propia universidad, por lo que "no tiene sentido" restringir su consulta. En Santiago, sin embargo, la autoría de los documentos tiene nombres y apellidos y por eso se protegerá su acceso en la Red, como si de un escaparate literario se tratase.
La biblioteca del buscador tiene siete millones de libros digitalizados
Las obras de la Universidad no podrán consultarse íntegramente
"Es el equivalente a hojear un libro en una biblioteca o en una librería", explicó ayer el responsable de Google Books en España, Luis Collado, tras firmar el convenio con la USC. Y si después de hojearlo, el libro convence al internauta y quiere llevárselo a casa, también puede hacerlo. Con un clic en el icono del carrito de la compra que conducirá a la página de la universidad, o bien a través de las bibliotecas en línea que aparecerán reseñadas en la web. La digitalización, que no supone ningún gasto para la USC porque corre a cargo de Google Books, dará mayor visibilidad a las 70 obras que cada año edita el Servizo de Publicacións e Intercambio Científico. Eso conllevará más lectores y, según Collado, finalmente, más ventas.
Y es que los usuarios no serán los únicos en sacar partido de la digitalización del fondo editorial de la USC (1.300 libros y 2.500 tesis en total). El acceso vía Internet a todos estos documentos contribuirá además a la "difusión de la labor investigadora y de divulgación de la universidad", añadió Collado. La de Santiago es la primera en Galicia que participa en este experimento, pero sigue el ejemplo de las de Salamanca, Oviedo y Barcelona, entre otras.
Precisamente las españolas fueron las universidades más tardías en sumarse a esta gran biblioteca de Babel borgiana en Internet. Y eso que el castellano es la segunda lengua más utilizada en la búsqueda de libros. Las primeras facultades que se unieron al proyecto fueron las americanas de Stanford, Michigan y California. Desde su nacimiento en 2004, las estanterías virtuales de Google Books acumulan ya siete millones de libros de todo el mundo escritos en 100 idiomas diferentes.
Pero no todos son publicaciones universitarias. De momento, 20.000 editoriales y 28 bibliotecas (Oxford, Harvard y Nueva York, entre otras) han aceptado la oferta para digitalizar todos sus fondos -libros de dominio público y descatalogados- y colgarlos en Internet. Las primeras instituciones españolas en hacerlo fueron la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid y la Biblioteca de Cataluña.
En sus cuatro años de vida, sin embargo, Google Books ya se ha tenido que enfrentar a dos querellas. El sueño de Borges en la Red se enfrenta a los derechos de autores y editores. El programa del buscador informático empezó con mal pie en Estados Unidos y digitalizó varios libros sin autorización previa. La indemnización a los editores por no respetar el copyright costará 34 millones de euros a Google Books. Aun así, y con la lección aprendida, la digitalización continúa. Y las estanterías digitales resisten lo que les echen. Collado afirma que en Google Books no hay límite previsto.
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