Guantánamo

Acoger a los presos de Guantánamo es un acierto que refleja alturas de miras y humanismo; conseguir su recuperación e inserción es indudablemente algo arduo y con riesgo de fracaso. Una vez acabada la recuperación psicológica y cerrados los traumas de la cárcel, toca la transformación más importante, cambiar aquellos aspectos en el sistema de creencias que les condujeron al yihadismo.

¿Cómo realizar este cambio y quién lo puede hacer? Para construir esta misión y modelo de vida han realizado un proceso de selección-omisión de los textos religiosos islámicos (Corán, Hadit), de la historia del islam y de las relaciones históricas entre los mundos islámico y cristiano. Han construido una imagen guía del "buen musulmán" cuyo eje central es la yihad, la búsqueda de la pureza en sí mismo y su exigencia en los demás musulmanes y la interpretación literaria de los textos religiosos.

Y lo que nos importa en referencia a su recuperación e inserción, el cambio necesario y de efectos rápidos y duraderos es el de la misión. Debe hacerse desde el mismo esquema referencial islámico, haciendo aflorar otros elementos de los textos, religión y la historia del islam omitidos, dando otras interpretaciones tanto a los textos como a los hechos históricos y ampliando las características de la imagen guía del "buen musulmán". Me parece que existen referencias islámicas suficientes para la reconstrucción de identidades como las de los presos de Guantánamo y que las organizaciones y comunidades islámicas europeas tienen cierto potencial como para conducir este proceso con cierto éxito.