Mauritania ordena el cierre de la Embajada israelí
La Junta Militar que gobierna Mauritania ordenó ayer el cierre de la Embajada de Israel en Nuackchot y dio un plazo de 48 horas a sus diplomáticos para abandonar el país, según anunció un comunicado del Ministerio de Exteriores israelí y la agencia de prensa privada mauritana Al Akhbar.
Mauritania era, desde 1999, uno de los tres países árabes que mantienen relaciones diplomáticas con Israel junto con Jordania, que las estableció en 1994, y Egipto, que fue el primero en tomar la iniciativa hace 30 años.
Durante la ofensiva israelí contra Gaza, en enero, Mauritania dio un primer paso al cerrar su representación diplomática en Tel Aviv y congelar sus relaciones con Israel. Qatar, que no tenía relaciones diplomáticas plenas con Israel, hizo otro tanto.
Los intercambios comerciales entre ambos países son muy escasos, pero Israel proporcionaba algo de cooperación a Mauritania, el país más pobre del Magreb.
Un diplomático israelí indicó a Reuters que no habían recibido comunicación oficial del cierre de la embajada. La agencia de prensa oficial mauritana (AMI) ignoraba anoche el anuncio de la clausura. La agencia de noticias Al Akhbar señaló, en cambio, que la gendarmería mauritana empezó a desmantelar por la tarde el dispositivo de seguridad que rodea la sede diplomática.
Tiroteo en Nuackchot
La Embajada israelí fue tiroteada de madrugada, el 1 de febrero de 2008, por seis hombres armados que hirieron a algunos de los clientes de un restaurante cercano, pero no a los guardias de seguridad que replicaron al ataque.
El cierre de la Embajada, que no equivale exactamente a una ruptura de relaciones diplomáticas, se produce dos meses después de la invasión de Gaza por parte del Ejército israelí. De ahí que esté probablemente motivado por razones políticas internas.
Sancionada por la Unión Africana y por EE UU -no así por la UE- por haber derrocado en 2008 a un presidente elegido democráticamente, la Junta Militar busca ahora estrechar lazos con el mundo árabe y en especial con el líder libio Muammar el Gaddafi. Éste ha iniciado una mediación para alcanzar un acuerdo entre el depuesto presidente, Mohamed Ould Cheikh Abdallahi, y el jefe de la junta, el general Mohamed Ould Abdelaziz. Con tal propósito se dispone a viajar a Nuackchot.
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