El Gobierno pide a Rajoy que cese en su "tremenda presión" a Garzón

Los socialistas no forzaron ayer la máquina para exigir la dimisión del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps (PP), y devolverle al primer partido de la oposición la factura por su presión hace 15 días para que dimitiera el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo. La dirección nacional de los socialistas ha optado por una estrategia más moderada, de la que se hizo eco la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

En la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, De la Vega pidió al PP "prudencia" y que abandone la "tremenda presión" que está ejerciendo sobre el juez Baltasar Garzón, que ha investigado la trama de corrupción vinculada a Administraciones del PP y que ha sido víctima de duras críticas de ese partido. "Hay que ejercer la responsabilidad, dejar trabajar al Poder Judicial, cuya independencia hay que respetar y con el que hay que colaborar", reclamó al PP De la Vega.

Los socialistas han optado por la prudencia a la espera de las decisiones que tomen a partir de ahora los Tribunales Superiores de Justicia de Madrid y de la Comunidad Valenciana. Por ahora no quieren ir más allá de pedirle al PP que respete las reglas de juego y no se exceda en atacar a las instituciones judiciales. "El Gobierno sigue con suma y legítima preocupación el goteo de acontecimientos y, sobre todo, las reacciones que se producen en el PP", dijo Fernández de la Vega.

Las actitudes más críticas las delegaron en los secretarios generales del PSOE en la Comunidad Valenciana y Madrid, Jorge Alarte y Tomás Gómez, respectivamente, que han exigido en sus Parlamentos autónomos explicaciones a los presidentes de sus comunidades por la trama de corrupción.