Los patrocinadores del Salón del Automóvil desgravarán el 90% del gasto

Los últimos fiascos financieros y los gigantescos planes de apoyo de gobiernos en países de cultura puramente liberal como Estados Unidos han dinamitado cualquier argumento contra el apoyo político a la economía. El éxito del próximo Salón del Automóvil, que finalmente ha seducido a 53 marcas (nueve más incluso que en la última edición), también ha requerido un decidido apoyo político, esta vez por la vía de las condiciones fiscales. Los patrocinadores que aportarán recursos a la cita y que ayudarán de esta forma a sufragar el coste de la asistencia de los fabricantes de automóviles, en histórica crisis de ventas, podrán desgravarse del impuesto de sociedades el 90% de la aportación realizada. Es decir, si contribuyen con un millón de euros, se ahorrarán después 900.000.

Esto es posible debido a que el Congreso de los Diputados aprobó una enmienda en diciembre para considerar que el salón, como cumple en la edición de primavera su 90º aniversario, es un acontecimiento "de interés general", como lo fue la Expo de Zaragoza, y por tanto puede beneficiarse de estas ventajas previstas por la Ley de Mecenazgo.

A cambio, durante 2009 y 2010 deberán colocar el logotipo del salón en sus campañas publicitarias y la inversión de éstas equivaldrá, en total, al montante de ese 90%. Este requisito, teniendo en cuenta que los patrocinadores serán grandes grupos -La Caixa y Gas Natural son algunas de las interesadas respaldar el evento- con un elevado presupuesto en publicidad, no requerirá esfuerzos adicionales.

"La enmienda sobre el patrocinio ha sido la clave" para que los fabricantes cambiaran de opinión y decidieran asistir a la feria, admitió ayer el presidente del Salón del Automóvil, Enrique Lacalle, aunque recalcó que "ni las marcas vienen gratis, ni hay ayudas públicas".

Fira de Barcelona, que organiza el evento, reunirá los fondos y los repartirá entre los fabricantes, otorgando una misma cantidad por cada metro cuadrado ocupado. El ahorro para las compañías variará en función de lo que gasten en su desembarco en el recinto ferial de Montjuïc. La Fira les cobrará 65,5 euros por metro cuadrado (63 en la pasada edición), pero a ellos se añaden los costes de construcción de los expositores y de todo el personal movilizado en la ciudad.

Y es que la feria, que se celebrará entre el 9 y 17 de mayo, supone un impacto económico en la ciudad de unos 100 millones de euros. Después de haber visto la cita a punto del naufragio hace un mes, cuando los fabricantes españoles de coches agrupados en la ANFAC se borraron del salón, Lacalle se mostró ayer exultante. "Tendremos el mejor salón de la historia", espetó.

Entradas 'populares'

Los primeros datos apoyan a Lacalle. Será la edición con mayor número de marcas, entre ellas, incorporaciones como Lamborghini, Mini, Mitsubishi, Morgan, Abarth, BMW, Brabus e Infiniti, que no estuvieron presentes en 2007.

Además del ahorro de costes a las empresas, la Fira también promete precios "más populares" para las entradas al público, que en la última edición costaban 12 euros entre semana y 15 los fines de semana.