Mesianismo del PNV
Las reglas democráticas están claras: si una elección es ganada por el partido A, pero los partidos B y C tienen más escaños juntos, podrán gobernar B y C si llegan a un acuerdo, sencillo, matemático y evidente. Así han gobernado el PS de Galicia y el BNG estos últimos años y así se espera desalojar del poder al PP en localidades y regiones como desde la que yo escribo. Viendo improbable que a corto plazo una fuerza progresista consiga mayoría simple, la única posibilidad consiste en la suma para obtener la tan ansiada mayoría.
Sin embargo, el PNV tiene tal consciencia de sí mismo como salvador del pueblo vasco, de ser su Mesías, que no duda en acusar de "golpe institucional" a quien se plantee esa posibilidad. Mala cosa. Juntar el pragmatismo político con el fanatismo etnográfico no augura una alternancia pacífica en el poder.
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