En busca de un metro para Vigo y A Coruña
La Xunta ve ambientalmente viable dotar de un tranvía a ambas ciudades
Avanzan a paso de tortuga los estudios para dotar de una red de metro ligero a las dos principales ciudades gallegas. Un sistema de transporte público viable tanto en el caso de A Coruña y como en el de Vigo, según determinaron sendos informes de la Consellería de Política Territorial. Y son además dos proyectos con afecciones mínimas o incluso nulas, por lo que no requieren una evaluación previa de impacto ambiental, según el dictamen de Medio Ambiente. Aunque su construcción plantea serias dificultades en Vigo, una ciudad con una complicada orografía y arterias o plazas principales muy saturadas de tráfico y de densa edificación que dejan nulo margen para añadirles un corredor específico para un moderno tranvía.
A diferencia de A Coruña, donde la Xunta planifica crear, en una primera fase, tres líneas de metro ligero en superficie que atravesarán su casco urbano, a la ciudad más poblada de Galicia se le dotaría de un metro que circulará bajo tierra, en algunos tramos "por lo general cortos". La alternativa subterránea sólo se adoptará cuando no quede otra posibilidad para el trazado de un metro, que deberá evitar "las intersecciones más saturadas" de tráfico.
La Dirección Xeral de Obras Públicas plantea dividir el futuro metro de Vigo en dos ejes: uno litoral desde Samil hasta el Calvario, pasando por las avenidas de Europa, Castelao, Coruña y Policarpo Sanz. El otro sería interior y partiría de la carretera de la Universidad y la sede de PSA Peugeot Citroën, atravesando Balaídos y Gran Vía hasta la Travesía de Vigo. La consellería recomienda que se construya una primera línea circular, que se conectaría luego con cuatro corredores para unir, vía metro, Samil, la Universidad, el aeropuerto y el barrio de Teis.
La construcción de este nuevo sistema de transporte, considerado ecológico al funcionar con energía eléctrica y de mínimo impacto acústico, acarrearía "efectos negativos y contaminantes principalmente durante la fase" de las obras, no una vez en funcionamiento, destaca Medio Ambiente. En su resolución incluye una serie de consideraciones para aminorar, hasta donde sea posible, las consecuencias de las obras de construcción, que implicarán realizar voladuras en pleno casco urbano para abrir tramos subterráneos.
El Ayuntamiento, en su escrito a Medio Ambiente sobre este proyecto destaca que "salvo en las zonas de mayor concentración de población y demanda de tráfico", Vigo es una ciudad que "por su realidad territorial, su orografía y la dispersión e infraestructura viaria existente, no favorece en principio la implantación de un metro ligero".
Más fácil parece tenerlo A Coruña. Aunque Política Territorial tiene sólo en estudio crear este modo de transporte en el casco urbano, sin extenderlo, de momento, al resto del área metropolitana. Tres son las líneas de metro ligero que atravesarán A Coruña, una desde Monte Alto hasta el campus de la Universidad y las otras dos partirán del barrio de Os Rosales hacia la estación de autobuses (llamada a desaparecer y fusionarse con la de trenes) y hacia la céntrica Plaza de Pontevedra.
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