Fórmula contra el atasco

Lo que para cualquier otro equipo no sería novedad resulta un dato alarmante para el Barcelona: comparece ante el Atlético después de tres partidos sin conocer el triunfo. Pero Pep Guardiola mantiene la calma y no deja pasar ocasión de testificar su confianza en los suyos: "A mí no me van a convencer de que ahora estamos mal. Yo creo mucho en estos jugadores. Les veo entrenarse y hacer cosas que ustedes [los periodistas] no ven. Entiendo que la gente pueda dudar, pero yo no lo hago". Eso no significa que Guardiola no se haya mostrado intenso y puntilloso en las sesiones preparatorias. El empate con el Betis, pero sobre todo la derrota ante el Espanyol y la igualada en Lyon han dejado al descubierto algunas lagunas en el funcionamiento del líder de la Liga. El técnico reveló tras el partido en Francia que había sacado más conclusiones que en toda la temporada.

Una de las lecciones es que el Barcelona debe actuar con las líneas más juntas. "Perdimos el orden y cometimos muchos errores de posición. En el primer tiempo no estaban ajustadas las líneas y jugamos muy separados entre nosotros", comentó Guardiola tras el encuentro en el estadio Gerland. Otros aspectos en los que ha insistido son los del juego rápido y al primer toque, característica por la que siempre se ha distinguido su equipo, y la necesidad de evitar interrupciones. Contra el Espanyol, el Barça perdió 68 veces el balón y entre ambos conjuntos cometieron 36 faltas, 23 del blanquiazul, además de cinco fueras de juego. De los 98 minutos que duró el partido, el tiempo de juego real se redujo a 48. A pesar de ello y de que Messi y Puyol, entre otros, culparon al árbitro por no haber penalizado más las interrupciones del juego por parte del Espanyol, Guardiola ha trabajado con sus jugadores para que a sus rivales les resulte lo más difícil posible aplicar ese tipo de táctica. "Debemos mostrarnos fríos y no caer en la trampa. No nos conviene esa clase de partido en el que no se juega a nada", convino.

El partido contra el Atlético, en el que Pedro y Víctor Sánchez relevan a los sancionados Piqué y Keita, se presume que será muy diferente. "Es uno de los grandes de la Liga, un equipo con grandes jugadores en la fase ofensiva, que concede ocasiones, pero que también genera muchas", auguró Guardiola. Uno de los detalles en los que ha insistido específicamente el técnico azulgrana es el de la posición de los extremos. Con todos ellos se reunió minutos antes de la sesión de entrenamiento del viernes.

Otra cuestión que influye de manera importante en los resultados es el de las jugadas a balón parado. Ocho goles suma de esta forma, pero otros ocho ha recibido, el último en Lyon, donde falló Valdés ante el disparo de Juninho Pernanbucano. Guardiola volvió a defenderle. "Su gran suerte", dijo, "más allá de que para mí es indiscutible, es su fortaleza mental, su capacidad para superar cualquier bache. Mi confianza en él es tal que puede cometer todos los errores que quiera".