UGT pasa a la acción en Ford

Ford no respondió ayer a la medida de presión de UGT, el sindicato mayoritario en la planta de Almussafes, que promovió un encierro de los delegados el jueves por la tarde y una concentración junto a las vallas de la fábrica ayer para forzar a la empresa a desbloquear la negociación del futuro convenio.

El sindicato, que atribuye a la compañía la suspensión de las negociaciones de forma unilateral, defiende una duración de cinco años para el convenio y un incremento salarial fijado por el Gobierno, mientras que la empresa apuesta por un convenio de un año de duración y congelación salarial.

Tras no haber obtenido ninguna señal de Ford, los delegados sindicales acordaron ayer por la tarde dejar el encierro y pasar a "dinámicas más contundentes". El lunes UGT convocará una asamblea que tendrá lugar el próximo sábado y que pondrá en marcha el comité de empresa para convocar paros en la producción.

Pino exige un plan de viabilidad de largo plazo contra la incertidumbre

El secretario general de UGT en la factoría, Gonzalo Pino, razonó ayer que era una medida complicada en un momento en que la producción es baja, pero la consideró "necesaria para garantizar el futuro". Fuentes de la empresa consideraron ayer que "no es el mejor de los momentos para parar el proceso productivo".

Pino insistió en la necesidad de despejar las incertidumbres con un plan de viabilidad de larga duración "para evitar una situación traumática para la planta". Por el momento, la factoría, ha aplicado un expediente de regulación de empleo temporal, con recortes en función del mercado, y ha anunciado otro de 75 días el mismo día que la Generalitat le concedía una subvención de 6,5 millones. Previamente, avaló un crédito de 60 millones del ICO para la empresa.

El sindicato subrayó la paradoja de que reciba ayudas y en vez de consolidar el futuro de la planta de Almussafes, cuando no va a poder mantener su estructura en Europa, esté montando otra en Rumanía. Pino exigió el cumplimiento alcanzado con el presidente de Ford Europa, John Fleming, en 2007 para garantizar la continuidad de la factoría.