El fuego arrasa el teatro Princesa
El incendio certifica el fracaso de Valencia en la recuperación de uno de los escasos espacios teatrales de la ciudad, abandonado desde hace años
El teatro Princesa de Valencia quedó ayer reducido a escombros y cenizas. Pasó del abandono, que lo había dejado en ruinas, a la memoria. Sólo una parte de la fachada ha escapado a la voracidad de un fuego que se inició de madrugada en la planta baja del edificio vecino, el número seis de la calle de Murillo, y que sin obstáculo alguno consumió butacas y vigas en poco más de dos horas. Un viejo proyector superviviente de su uso como cine colgaba entre los restos carbonizados de un teatro levantado en los años cincuenta sobre los restos de otro original de finales del siglo XIX. El Princesa cerró sus puertas en 1989 y desde entonces han fracasado todos los intentos de recuperar su uso cultural. Llegó a ser un centro de okupas, en cuyo desalojo por la policía murió uno de ellos en 1999. Colectivos vecinales y culturales reclamaron en sucesivas ocasiones la recuperación del teatro, siquiera del espacio.
El Ayuntamiento, que nunca consideró que fuera necesario declarar sobre el Teatro Princesa una protección especial, inició hace poco más de cuatro años las negociaciones con los propietarios para alcanzar un acuerdo y evitar la expropiación derivada de incluir la parcela en un plan de actuación urbanística integral del barrio y asignarla como dotación pública. Esas negociaciones fracasaron.
En 2003, Cultura presentó a Economía el proyecto de adquisición del teatro por 3,6 millones de euros con el objetivo de convertirlo en la sede de un Teatro Nacional Valenciano, del Centre Coreogràfic y de la Filmoteca de la Generalitat. La Sociedad General de Autores (SGAE) mostró también más recientemente su interés. Tenía que mediar el Ayuntamiento en el acuerdo con la propiedad. Todo quedó en nada. Valencia ha perdido otro referente cultural.Ruina inminente. Esa es la decisión respecto del teatro Princesa que tomó ayer el Ayuntamiento, aunque no será firmada hasta el próximo lunes. La inoperancia ha llevado a la destrucción. Los concejales del PSPV Juan Soto y Vicente González Móstoles acusaron al gobierno municipal de "negligencia" por no haber acometido la rehabilitación acordada hace cuatro años. Soto explicó que la comisión de Cultura aprobó en 2005 un plan de uso para el teatro con carácter previo al expediente de expropiación y regulación. "Existía un compromiso de rehabilitación para dedicarlo a uso cultural y no se ha movido un dedo", afirmó.
Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, se defendió sin entrar al fondo de la cuestión, descargando el evidente estado de abandono del teatro en la falta de acuerdo con los propietarios.
El teatro Princesa era un bien de uso público pero de propiedad privada. Y no única. Son varios, según dijo ayer la alcaldesa, los dueños de la parcela. El plan de acutación integral en el barrio, en virtud del cual se comprometió el uso social del espacio que ocupaba el teatro, obligaba a expropiar en caso de no alcanzar un acuerdo. El dinero ha sido el obstáculo, además de la falta de iniciativa por parte del Ayuntamiento. No había plazo. La propiedad nunca sintió la presión sobre el teatro. Y el consistorio no eligió, a pesar de lo costoso y largo que es, iniciar la expropiación.
El incendio provocó el pánico entre los vecinos. Hasta siete inmuebles fueron evacuados. 70 personas se vieron en la calle, aunque regresaron a sus casas a primera hora de la mañana.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.