Se veía venir
Ha ocurrido. A pesar de que algunos lo esperábamos, pero no queríamos creerlo, la cacería ha comenzado. Ayer, jueves, podíamos leer en este periódico cómo el señor Arenas plantea abrir un debate sobre la cadena perpetua. No es ése el debate, no debe ser ésa la apuesta. El debate y la apuesta deben ser el de la prevención y la educación, como ya algunos han señalado.
Los medios, los políticos y todos los ciudadanos debemos ser conscientes de que la justicia y la ley deben viajar por delante de la venganza. Y el presidente de nuestro Gobierno debe entender que una cosa es mostrar su cariño y solidaridad con las víctimas y otra muy distinta (y que algunos no compartimos) hacer descansar la hoja de ruta de nuestras leyes en las víctimas.
Sinceramente, creo que no es ése el camino.