"El gobierno PNV-PSE es de otra época; si los números dan, habrá cambio"

Patxi López (Portugalete, Vizcaya, 1960) estaba algo alterado este lunes. Y no era por la bomba en la sede de Lazkao, sino por las declaraciones del alcalde del PNV. Sólo fue posible calmarle con una invitación a recordar el mitin del frontón Astelena en Eibar, el primero de la democracia hace 33 años.

Pregunta. ETA ha irrumpido reventando su sede en Lazkao. ¿Temen un atentado mortal contra la familia socialista?

Respuesta. La experiencia nos ha demostrado que ETA ha intervenido siempre, atentando y asesinando. Ante eso, lo que hemos hecho es aumentar la seguridad y prevenir a todos.

P. ¿Y el PNV ha hecho unas declaraciones "desafortunadas"?

R. Lo que más me ha dolido han sido las palabras del alcalde de Lazkao, que antes de condenar el atentado ya decía que estaba en contra de la ley de Partidos y que no entendía que hubiera gente en Euskadi que no tuviera voz. No sé si lo que quería decir es que si no tienen voz, lo que deben hacer es poner bombas. O que los que las ponen, tienen que tener voz. Es lamentable, como que Ibarretxe diga algo parecido, queriendo deslegitimar las elecciones: que los socialistas ilegalizamos partidos por cálculo electoral. El único cálculo lo ha hecho él, que quería salir de nuevo con los votos de los que amparan la violencia. ¡Qué idea hemos ilegalizado si el propio Ibarretxe sigue defendiendo la independencia!

"Sería suicida para el PSE y el PSOE dejar gobernar al tripartito"

"Ibarretxe es el único que ha hecho cálculos electorales: salir con Batasuna"

"Mantendré mi candidatura hasta el final, no hay ninguna duda"

"La única posibilidad con ETA es que abandone las armas ya"

P. ¿Se ha acabado el tiempo de arriesgar para lograr el fin de la violencia, como en el 2006?

R. No, lo que hay es un Estado de derecho que combate con todas las herramientas democráticas a ETA. A los partidos nos toca pasar del discurso de que hay que deslegitimar ética y políticamente la violencia, a hacerlo. No basta decir como el lehendakari ETA Kanpora [fuera] y luego querer a los amigos de ETA en la Cámara.

P. ¿Qué quiere decir Zapatero al apuntar que con usted en Ajuria Enea se acelerará el fin de ETA?

R. Que desde Euskadi se puede hacer más poniendo todos los medios para combatirla, no dándoles espacio, ni abriendo fisuras entre los demócratas.

P. Y si fuera lehendakari y ETA le remitiese una carta en la que mostrara su total disposición a acabar con el terrorismo de manera dialogada, previo abandono definitivo de las armas, ¿qué respondería?, ¿intentaría convencer a Zapatero? En suma, ¿arriesgaría?

R. Las cartas y los comunicados etarras no son creíbles. Incluso tras la T-4 seguía diciendo que la tregua seguía en pie. La única posibilidad es el abandono de las armas. Y luego entrarían los mecanismos de la democracia.

P. ¿Arriesgando algo?

R. No, integrando. Si una banda abandona las armas, hay que integrar a ese mundo a la política. Hicimos lo que había que hacer y ellos demostraron que no eran capaces de entender lo que significa la democracia. No más elucubraciones, que lo único que hacen es abrir puertas a un mundo que tiene que tenerlas cerradas.

P. Una teoría que circula estos días sostiene que hay un sector de ETA y de Batasuna que quiere que usted sea lehendakari. Primero para decir que hay un "presidente español" en Ajuria Enea, pero también porque creen que el PSE es el único que puede reabrir la puerta de la negociación.

R. Los únicos que puedan acabar con su situación son ellos: o rompen amarras con ETA o le piden a ETA que desaparezca.

P. Los ciclos del PSE son larguísimos, 23 años después, tras la experiencia de 1986, pueden ganar al PNV, llegar a Ajuria Enea y gobernar. ¿No la desaprovecharán si dan los números?

R. Si la ciudadanía vota cambio, habrá cambio en Euskadi. Y eso sólo es posible visualizarlo con un lehendakari socialista. No va a haber renuncia a ese objetivo, en ningún caso.

P. ¿Diga lo que diga Zapatero?

R. Usted ha dicho que vamos a ganar, y yo estoy en ello.

P. Yo lo que digo es que tienen posibilidades reales de ganar, que no es lo mismo ¿El cambio es que el PNV esté fuera del Gobierno?

R. Le vendrá bien al PNV estar en la oposición para redefinir el nacionalismo en el siglo XXI.

P. ¿Y han perfeccionado, como apuntaba en 2001 Mayor Oreja, la alternativa tras aquel intento de desalojo? El PNV dice que eso se ha concretado en haber expulsado a Batasuna para sumar mayoría absoluta con el PP.

R. No hay cálculo electoral. Se ha impedido que una banda terrorista tenga una tapadera para darle cobertura política y para financiarla en la Cámara. Y me importa un bledo lo que dijera Mayor, la alternativa es del PSE. No hay alianza con el Partido Popular

P. ¿Puede haberla tras el 1-M?

R. La alternativa es la que el PSE pone encima de la mesa. No vamos a hacer de ninguna manera frentes con el PP para hacer antinacionalismo. Queremos hablar con todos para hacer país. La sociedad está cansada de divisiones, conflictos artificiales y de querer imponer un modelo de país en el que sobrábamos la mitad y gobernado por el frente de la independencia de Ibarretxe. Eso sí que ha sido un frente.

P. Todas las encuestas sitúan a la coalición PNV-PSE como la preferida de los vascos tras el 1-M, incluso entre los electores de ambas formaciones. Es lo que algún sociólogo ha denominado el fin del ciclo de Lizarra.

R. Algunos quieren ahora reinventar la historia y decir que aquellos Gobiernos fueron nefastos, incluso algunos que estaban en ellos y se resistían a irse. Pero para la inmensa mayoría de la sociedad, aquéllos fueron los años en los que el desarrollo del autogobierno permitió poner las bases para la Euskadi del bienestar que conocemos.

P. ¿Ahora están en otra época?

R. Claro. Es que entonces era fundamental desarrollar el autogobierno, buscar la unidad de los demócratas frente a ETA, por eso se puso en marcha el Pacto de Ajuria Enea. Y conseguir que el PNV se comprometiera también con la gobernabilidad de España y tener un país tranquilo, sin cuestionarnos todo el rato. Yo valoro muy positivamente aquellos años, pero las circunstancias no son las mismas. Y menos con un PNV liderado por un Ibarretxe que no quiere pactar con los socialistas. Y nosotros no queremos pactar con un Ibarretxe que se va a dedicar al plan soberanista tres o a otra consulta. Es otra época.

P. ¿O sea que si los números dan, habrá cambio?

R. Claro que habrá cambio. Pero no es que estemos buscando el apoyo del PP.

P. Atribuyen a un destacadísimo dirigente del PSOE esta frase: "Si la suma permite desalojar al nacionalismo del poder y no les dejamos hacerlo, nos corren a gorrazos en Euskadi". Viendo el antecedente de Navarra, ¿se impondrá usted a Ferraz y Moncloa?

R. Hay un proyecto en positivo para Euskadi desde el Gobierno central. Ya no es la bronca permanente que había con Aznar: hay relaciones institucionales, tren de alta velocidad, fuente de espalación de neutrones... Y políticamente hay una complicidad absoluta con el PSOE y Zapatero. El propio presidente ha dicho que las decisiones de Euskadi las adoptaremos con total libertad los socialistas vascos. Que en Euskadi haya alternancia es bueno para Euskadi y bueno para el conjunto del país. La alternativa, ¿cuál es?, ¿que si el tripartito o el cuatripartito, con Aralar, no tiene mayoría absoluta, les dejemos gobernar y encima les apoyemos? Eso es suicida para el PSE, y para el PSOE incluso más. No lo vamos a hacer.

P. Pase lo que pase el 1-M, mantendrá su candidatura en la investidura, entiendo.

R. Ya lo hice en 2005 y sólo perdí por un voto. No, no claro, no la voy a retirar, sin duda. Sería un fraude para nuestra gente. La mantendré hasta el final.

P. Y si el PNV les ofrece prescindir de Ibarretxe por, no sé, Izaskun Bilbao se me ocurre, y volver a la senda autonomista, ¿pactarían con ellos?

R. Pero eso no va ser así. El PNV necesita una catarsis interna para hacer eso. Si pierde las elecciones, tendrá que quitar a Ibarretxe y aflorará un conflicto interno con el sector soberanista de Egibar. Y a ver cómo calman las aguas internas. Tendrían por delante su travesía del desierto.