"Dexter es ahora menos 'naïf' y más humano"

Hermanastros en la ficción y matrimonio en la vida real, Michael C. Hall y Jennifer Carpenter están en Madrid promocionando la tercera temporada de Dexter, que Fox estrena el lunes (y Cuatro próximamente). Ambas cadenas movilizaron ayer varias suites del Palace para atender a los periodistas, algunos llegados desde Italia y Portugal. La 148 hacía las veces de sala de espera. En la 135 y 136 ambos actores -que lucían sus anillos de recién casados- atendían muy profesionales a los periodistas en tandas de 10 minutos.

De negro de pies a cabeza, Michael C. Hall, de 38 años, responde a las preguntas que, con tan poco tiempo, vuelan como dardos.

Pregunta. ¿Cómo es interpretar al asesino más calculador de la televisión?

Respuesta. Intenso. Desde luego ha ampliado mi espectro como actor.

P. ¿Qué cambios experimenta en esta temporada?

R. Es menos naïf y descubre emociones más humanas. Siente la necesidad de conectar con alguien, lo que meterá en líos a más de uno.

P. En octubre Showtime confirmó que habrá una cuarta y una quinta temporada.

R. Fue una buena sorpresa. Trabajar con dos temporadas por delante permite a los guionistas pensar a largo plazo y construir una buena trama.

P. ¿Se involucra en el desarrollo del personaje?

R. Me gusta intervenir en sus monólogos interiores, en esa voz en off en la que Dexter dice lo que realmente piensa.

P. Dexter le ha hecho muy popular, pero uno le mira y ve a un asesino psicópata...

R. (Risas) Espero que alguien ahí fuera sea capaz de imaginarme dándole vida a otro tipo de personaje.

P. Su mujer interpreta a su hermana. ¿Se hace raro?

R. No es mi hermana, sino mi hermanastra, que es diferente (risas). Muchas parejas se conocen en el trabajo.

P. ¿Conocía Madrid?

R. No. Hemos ido a un restaurante con nombre de película [Viridiana] y mañana [por hoy] iremos a varios museos. También queremos ver el Real Madrid-Liverpool. Estoy emocionado con la idea.

P. No es mal plan esto de la promoción conjunta.

R. Es menos aburrido.