"Es un equipo imprevisible"

"Riete tú de la rivalidad Madrid-Barça", comenta Ernesto Valverde, entrenador del Olympiacos, líder destacado de la Liga griega, para explicar la aversión entre el equipo que dirige y el Panathinaikos, rival del Villarreal el miércoles en El Madrigal. Por ejemplo, este fin de semana se enfrentaron ambos clubes en baloncesto y, en un pabellón para 10.000 espectadores, sólo se admitieron 1.000, 500 detrás de una canasta para animar al Panathinaikos y 500 detrás de la otra para alentar al Olympiacos. La semana próxima, ya en fútbol, el conjunto de Valverde recibe a su encarnizado adversario. Entre medias, el Panathinaikos construirá un búnker en Vila-real.

- Esquema mutante. "El Panathinaikos no es previsible. Igual dispone un 4-4-2, un 4-3-3 como ayer

[el sábado, en la Liga, ante el Panionios], tres centrales, tres medios centro defensivos...", enumera Valverde. Un jeroglífico que traza su entrenador, el holandés Ten Cate, quien, pese a sus orígenes, juega descaradamente a la italiana en Europa. "Frente al Inter y el Werder Bremen

[en la primera fase de la Champions], metió al equipo atrás y le salió bien. Jugará así frente al Villarreal", pronostica Valverde.

- Jugadores clave. Puesto que el Panathinaikos se va a cerrar en su campo y va a salir a la contra, hay un futbolista a tener en cuenta: Salpigidis. "Es rápido, peligroso y tiene gol", advierte Valverde, que a continuación destaca al veterano Karagounis. "Es el que empuja, el que siempre está hablando y el que hace que funcione su equipo". Cate poblará el interior del centro del campo con Simão, Gilberto Silva y Karagounis. Del primero, un mozambiqueño de 20 años, el club ateniense espera mucho en el futuro: es potente y va bien de cabeza. De los otros dos, Gilberto Silva y Karagounis, se están viendo los últimos coletazos. Gilberto, por cierto, pudo haber sido del Villarreal, pero lo evitó una carambola: en el Mundial de 2002 se lesionó Emerson haciendo de portero en un calentamiento, entró Gilberto y Brasil fue campeona. Entonces, el Arsenal le birló a Gilberto al Villarreal. A los 32 años, ya no es lo que era, pero su experiencia fue necesaria para ganar a domicilio al Inter (0-1) y también al Werder Bremen (0-3).

- La estrategia. "Karagounis", agrega Valverde, "es muy bueno en el golpeo del balón en las jugadas de estrategia y Giberto Silva cabecea bien". Así fue como, tras un córner, el Panathinaikos dio la campanada en San Siro con un gol del central vasco Sarriegi. "No crean muchas ocasiones, pero sí son muy solidarios", añade el ex preparador del Espanyol; "en la primera vuelta, nosotros empatamos a cero en su estadio, el Oaka, diseñado por Santiago Calatrava, que es grande, tiene pista de atletismo y no es tan intimidatorio como se pinta. Eso sí, el césped está mal y al Villarreal le puede perjudicar".

- Escasez de delanteros. El club griego intentó fichar a Palacios, Oliveira y Gilmar en el mercado de invierno. Ninguno quiso ir. Cate se tiene que conformar con Mantzios. "Un delantero grande y con bastante calidad. Es la referencia", dice Valverde.

- Cate, en el alambre. La relación de Cate con su plantilla está siendo un tormento. El técnico holandés llamó "prima donna" a sus jugadores y, claro, no les ha gustado el piropo. Manuel Pellegrini, en cambio, es uno de los entrenadores más estables de Europa. Lleva cinco temporadas y su contrato no expira hasta 2010. Cuenta además con la experiencia que le dio la semifinal perdida ante el Arsenal en 2006 con aquel penalti errado por Riquelme. Al Panathinaikos le queda algo más lejos: entrenado por Ferenc Puskas, cayó en la final de la Copa de Europa de 1971 frente al Ajax de Cruyff.