UPyD pide que el Estado rescate la Educación y la Sanidad

La diputada de UPyD, Rosa Díez, puso ayer sus condiciones a un hipotético respaldo al socialista Patxi López como lehendakari: debe aceptar cambiar la política lingüística y educativa, disolver todos los gobiernos municipales de ANV y revisar el Cupo. Díez insistió en un mitin en Bilbao en que el Gobierno vasco tiene que devolver la competencia de Educación al central, lo que extendió también a la Sanidad. "No apoyaremos a nadie que no esté dispuesto a entrar en ese debate", dijo .

Ante cerca de 150 personas reunidas en un hotel bilbaíno, la diputada de UPyD, partido al que algunas encuestas dan representación en el próximo Parlamento, destacó que su formación no acepta la salida de Ibarretxe de Ajuria Enea "a cualquier precio. No seremos responsables o no de que haya algún gobierno nacionalista o no", sostuvo, convencida de que su formación puede tener la llave del próximo Ejecutivo.

La diputada dice que no aceptarán la salida de Ibarretxe "a cualquier precio"

La defensa de la unidad de España es el único instrumento "que garantiza la igualdad y la libertad de todos", expuso antes de desechar cualquier nuevo Estatuto de autonomía para Euskadi. "La única autonomía que nos importa es la de cada uno, para vivir como nos dé la gana", enfatizó.

Puso en solfa los debates identitarios, que calificó de "tonterías". "Yo soy ciudadana, punto. No tengo identidad". Y agregó que este planteamiento "no se atreven a decirlo" el resto de partido "porque están contando votos".

Mezclando anécdotas y vivencias de su campaña electoral en Galicia, tuvo unas palabras para los principales partidos vascos. Calificó de "patético" que el PP "haya dado consignas de meterse en sus mitines" con ellos; censuró al PNV por "no querer enfrentarse con los problemas" y criticó al PSE por buscar "parecerse al nacionalismo".

En el acto también intervino el filósofo Fernando Savater, miembro de la dirección de UPD, quien aseguró que la normalización de Euskadi sólo llegará "cuando sea tan normal ser nacionalista como no nacionalista". Cargó contra la política lingüística y definió el euskera como "un derecho de quien quiera" utilizarlo, pero que "no es un deber para toda la sociedad" vasca.