_
_
_
_
_
Elecciones 1-M | País Vasco

La izquierda 'abertzale' centra su acoso en la campaña del PNV

La seguridad limita a los candidatos nacionalistas el contacto a pie de calle

Por la puerta de atrás. Así debió sacar el PNV a sus candidatos y cargos más conocidos del cine Coliseo de Eibar donde celebró ayer su acto principal de campaña, con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el presidente del partido, Íñigo Urkullu. Por la puerta trasera los sacaron sus escoltas, lo mismo que al portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka. Delante, una treintena de miembros de la izquierda abertzale coreaba eslóganes e insultos, contenidos en la acera de enfrente por un cordón de efectivos de la Ertzaintza pertrechados por material antidisturbios.

El temor a incidentes provocados por los partidarios de las candidaturas en los actos de campaña del PNV está obligando a este partido a intentar blindarse, reforzando sus medidas de seguridad preventiva frente a ellos: el alejamiento del contacto con la gente en la calle, que ya tienen cortocircuitado hace años los partidos no nacionalistas.

Los asistentes a un acto de Ibarretxe salieron por la puerta de atrás
Más información
DIARIO DE CAMPAÑA
ATACADA UNA SEDE PENEUVISTA EN BARAKALDO

El acoso en el pasado, centrado fundamentalmente en el PSE y el PP, ha ido in crescendo para el PNV, hasta que en esta campaña se ha convertido en el objetivo primordial de los actos de protesta, provocación e intentos de boicoteo cuajados de insultos -fascistas, españoles, peseteros- que protagonizan los miembros de las candidaturas anuladas por el Tribunal Supremo. No han faltado en ninguno de los actos electorales de cierta entidad del PNV, desde Azpeitia a Ondárroa, de Bilbao a Eibar, donde algunos se habían colado en el interior del cine. Se fueron nada más ser detectados e invitados a salir.

Hay otros episodios que no se conocen, padecidos por militantes del partido en situaciones cotidianas, que no se airean para no aumentar la preocupación. Uno de ellos tuvo lugar en Lekeitio la noche del jueves, cuando un militante del PNV que conducía su coche se vio obligado a parar en un paso de cebra por un joven que cruzaba para verse sorprendido de inmediato por siete encapuchados que no lograron consumar la agresión por la llegada de otro vehículo. Ayer estaba previsto allí un acto que se suprimió, según explicaciones de cargos del partido, por coincidir con la celebración del X aniversario del Palacio Euskalduna de Bilbao.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La campaña de 2009 no se parece en nada a las de 2001 y 2005. La seguridad inmediata y periférica que rodea ahora a los candidatos y cargos del PNV que la sostienen es significativamente mayor, en escoltas, en patrullas y en efectivos de la brigada móvil.

Las sedes del PNV son el objetivo principal también de los atentados con explosivos o asaltos vandálicos, el último de ellos la madrugada de ayer contra un batzoki en Baracaldo.

El PSE y el PP están sufriendo en menor medida esta vez la furia de los radicales, que tiene con ellos una dificultad añadida de antemano, por la intensa seguridad que ya acompaña desde hace muchos años a sus cargos, y con los que la izquierda abertzale no es fronteriza en términos electorales. Las imágenes que proporciona a los radicales su confrontación con el PNV, mediando la intervención de los uniformes de la policía vasca, son el mejor cortafuegos que pueden establecer frente a la tentación del voto útil a Ibarretxe, al parecer escasa ya de por sí, según los especialistas electorales del partido. Mostrarle como el jefe último de la policía que cumple las órdenes del juez Baltasar Garzón, dispersando, cacheando o identificando, las manos contra pared, a las víctimas de su prohibición, es la mejor forma de disuadir a la parte más desencantada de la izquierda abertzale o a la que, movida por intereses económicos ligados a las subvenciones públicas, puede estar más motivada para, desde el secreto de la urna, cortar el paso a un lehendakari no nacionalista votando a Ibarretxe.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_