De Oliveira a Oliveira

Nada más bajarse del tren en la estación de Santa Justa de Sevilla, Ricardo Oliveira (São Paulo, Brasil, 1980) respiró un aire de familiaridad. De hecho, cuando se marchó del Betis a principios de 2006 mantuvo la residencia que poseía en un pueblo sevillano. Regresaba a su "casa", con su "gente", después de los nueve millones de euros pagados por el Betis al Zaragoza para repescarle hasta 2013. En el primer partido tras su regreso, marcó al Sevilla en el Pizjuán (1-2). A la mente de los aficionados volvían los 26 tantos que sumó en la temporada 2004- 2005. Uno de ellos, en la final de la Copa del Rey ganada a Osasuna. A finales de curso, Oliveira se lesionó en la rodilla derecha. Se marchó al São Paulo para recuperarse, y tras pelearse con Lopera, máximo accionista del Betis, fue vendido al Milan en agosto de 2006.

"En Italia no se adaptó; en España aprovecha su rapidez", explica Ancelotti

El club andaluz tiró de chequera para buscar un recambio. Sin éxito: nueve millones por Sobis, para venderlo luego al Al Jazira; seis por Odonkor, martirizado por una rodilla de cristal; cuatro y medio por Mark González, que esta temporada sólo ha jugado siete partidos; otros siete por Pavone; tres por José Mari; 10 más por Sergio García... En total, más de 39 millones gastados en delanteros para conseguir entre todos ellos 33 goles. O sea, que el Betis pagó más de un millón por cada tanto para volver a dejarse caer en los brazos de Oliveira dos años y medio después, en el pasado mercado de invierno.

"Cuando se fichan jugadores internacionales de Brasil o Alemania, se piensa que el dinero está bien invertido. Aunque luego puede pasar lo que ha pasado en el Betis", se justifica Manuel Ortega Momparlet, director deportivo del club. "Ahora queríamos garantías. Y Oliveira es sinónimo de gol", añade.

"Yo tenía ganas de volver y el club, también de que volviera", zanja Oliveira. "Es complicado decir que no encontraron a alguien para sustituirme. Fue una inversión importante. Pero los delanteros van por rachas. Si les hubieran salido las cosas bien, no estaríamos hablando de eso".

"Estar a gusto es básico para el futbolista", añade Víctor Fernández, quien dirigió al brasileño durante una campaña y media en su paso por el Zaragoza.

Carlo Ancelotti lo tuvo a sus órdenes en el Milan la temporada 2006-2007 (marcó tres goles en 26 partidos). "No tuvo un buen año por varios problemas. Entre ellos, raptaron a su hermana. Jugó pocos minutos. Y su rendimiento bajó", comenta Ancelotti. "En Italia no acabó de adaptarse, pero en España hay muchos más espacios en el campo y puede aprovechar mejor su velocidad", asegura el técnico milanista.

Lo mismo opina el delantero: "Jugar en Italia, donde se emplea más el contacto físico y la fuerza, fue una experiencia tremenda, pero me identifico más con la Liga española. Es un estilo de juego más abierto".

"Oliveira es el perfil de delantero que encaja perfectamente en el Betis", concluye Víctor Fernández.