El Chiado literario llega a Barcelona

La preocupación de Núria Pons, responsable de la macrolibrería Bertrand que el 3 de marzo abrirá sus puertas en Barcelona, es hoy arañar metros y góndolas (armarios) para el ensayo. Aún ha de quitar también el envoltorio de los tres sillones circulares donde se podrá escuchar un libro. Entre operarios, cables, plásticos y cajas, los estantes oscuros, modernos y funcionales, acogen ya los primeros miles de volúmenes. Los muebles son muy distintos de los de madera noble y rancio abolengo de la entrada de una de las librerías más antiguas de Europa, fundada en 1732, que la cadena portuguesa Bertrand tiene en el literario barrio lisboeta de Chiado, el de Eça de Queirós, Pessoa y Saramago. De alguna manera, 277 años separan un mueble de otro. Pero la filosofía las une: son las tiendas insignia, una en Portugal y, ahora, otra en España.

La tienda ofertará 115.000 volúmenes, atenta al ensayo y al libro infantil

"Tenemos el know how y ahora se puede ya aplicar a nuestro país", expone Miquel Martí, responsable de Direct Group Portugal de Bertelsmann, la multinacional alemana que adquirió en 2006 la cadena portuguesa, que hoy cuenta con 61 centros (el 20% del mercado del libro portugués), de los cuales, incluyendo ya el de Barcelona (Rambla de Catalunya, 37, donde el antiguo cine Alcázar), nueve en España. Sólo en la capital lusa Bertrand posee 16 tiendas. "Como en Portugal, en España se dará también la concentración de puntos de venta", vaticina Martí. "Será cuestión de 3, 5 o 10 años, pero la atomización del sector de las librerías en España acabará y es evidente que las independientes van a perder", concluye Fernando Carro, presidente ejecutivo de Direct Group. De ahí la política de "ir testando" los tres modelos de tiendas que ya tiene Bertand. El primero, en centros comerciales (sendos locales en Alcalá de Henares, Cartagena, Oviedo, Ponferrada, Torrelodones y Zaragoza), dos en antiguas librerías (El Cau Ple de Lletres y El Vapor Universitari, en Terrassa; "si hay oportunidad, se comprará más", dice Carro) y, ahora, el estandarte, en plena Barcelona.

"La competencia [Casa del Libro, de Planeta] tiene 10 tiendas en Madrid, o sea que teníamos que abrir en Barcelona, si bien ahora no sé si tomaría la decisión porque todos frenamos inversiones", reconoce Carro ante las cifras de la tienda. Gigantescas: casi 1.500 metros cuadrados, de los cuales 1.000 para librería, que albergará 115.000 volúmenes, con mucho ensayo: "Es el género que aporta más facturación y el que te distingue de la competencia", apunta Pons. Especial atención al libro infantil, 180 metros cuadrados de sala de actos, jardín, futura cafetería e interactividad son servicios con los que se quiere singularizar una tienda que atenderán 25 personas y que abrirá 12 horas ininterrumpidas desde las 9.30.

Bertrand tendrá otra particularidad: un espacio para Círculo de Lectores, también de Bertelsmann. "Con ello hay la posibilidad de captar socios: los que compran por catálogo se mantienen menos tiempo como clientes que los que van a nuestras librerías", constata Carro. Todo lo tiene tan calculado Sven Huber, director general de Librerías Bertrand España, que hay números hasta para la rentabilidad: 4.000 euros o 200 libros vendidos por metro cuadrado. Literatura, sí; beneficios, también.