"Prefiero la libreta al portátil"

Miguel Gallardo (Lleida, 1955) publica sus ilustraciones en varios periódicos españoles y también en Herald Tribune y The New York Times, entre otros. Aunque ha ganado el último premio Nacional de Ilustración de Cataluña por María y yo (Astiberri), un libro en el que, a través de la relación con su hija María, desmonta tópicos sobre los niños con autismo, prefiere decir que es dibujante "porque es una palabra que casi nadie utiliza ya".

Pregunta. ¿Dibuja a mano?

Respuesta. Sí, con pincel. Luego, escaneo el dibujo y coloreo con el ordenador. Como trabajo con colores planos y escaneo directamente para pintarlos, a veces los originales son como una especie de puzzle que luego monto en el ordenador.

P. ¿Qué programa emplea para colorear?

R. Photoshop. Soy un poco analfabeto tecnológico. Sólo manejo lo que utilizo para trabajar. Tengo una novia que es bastante experta y me saca de apuros.

P. ¿Maquero?

R. Sí, tengo el Mac con la pantalla más grande. Es un gustazo trabajar así.

P. ¿Cuántos Mac?

R. He tenido cuatro. El último lo compré hace medio año.

P. ¿Portátil?

R. Si viajo prefiero una libreta para trabajar. Es más portable y sirve para tomar notas.

P. ¿Contesta rápido al correo?

R. Sí, me pego todo el día con el ordenador y me he convertido en un vicioso del correo electrónico. Lo chequeo continuamente. Al trabajar para periódicos, siempre tienes que estar atento. La tecnología me permite ser más creativo, pero se acelera el proceso. Ahora los medios piden las ilustraciones con menos tiempo. A veces dos horas.

P. ¿Alguna red social?

R. Empecé con Facebook, pero me dio mucho yuyu la pregunta esa de ¿quieres ser mi amigo? Como ya tengo red social, no necesito nada de eso.

P. ¿Mucho blog?

R. Me entró una locura con los blogs. He abierto tres, uno por cada uno de mis libros, y mi página web, miguelgallardo.com.

P. ¿Más móvil que fijo?

R. El fijo, poco. Para hablar con María y con mi madre. Empleo más el correo.

P. ¿Un gran descubrimiento?

R. El altavoz del móvil, que lo descubrí hace poco. Hablo mucho con mi hija María y he aprendido que con el manos libres puedo hablar con ella y trabajar.