_
_
_
_
La campaña Elecciones 1-M

Quintana pide a la cultura reaccionar contra el "antigalleguismo" del PP

El candidato asume el fracaso en TVG y promete reformarla en seis meses

De repente, Anxo Quintana se puso serio. Ya no era el candidato jocoso que, en tono distendido, adereza con bromas sus mensajes políticos en los denominados actos sectoriales. El sector de turno eran la cultura y las propuestas al respecto del BNG, transmitidas en primera persona a un centenar de representantes del ramo que abarrotaban la asfixiante sala de un hotel coruñés. Propuso unificar las políticas audiovisuales y crear un Instituto Castelao en el extranjero al estilo del Cervantes, pero en clave gallega Se refirió al patrimonio cultural, a las artes escénicas y a las industrias culturales. Hasta de la Cidade da Cultura habló, aunque poco, pero el mensaje clave se lo reservó para el final, cuando le tocó advertir de la amenaza que se cierne sobre el idioma gallego.

El nacionalista promete un comisionado para la memoria histórica

Ahí no admitió bromas. En un contexto marcado por una propuesta política y social que pretende "ideologizar en contra del gallego", dijo en referencia al PP y a Galicia Bilingüe, "el desánimo y la deserción no son admisibles". Así que un Quintana de lo más solemne no sólo pidió el voto para el BNG, sino que llamó a los allí presentes -entre los que no estaba la conselleira de Cultura, la nacionalista Ánxela Bugallo, que tampoco aspira a escaño en O Hórreo- a "practicar el proselitismo" y colaborar en la derrota del partido de Alberto Núñez Feijoo. Existe "una estrategia organizada contra el gallego", dijo. Minoritaria, pero que está "levantando un muro de división" entre los ciudadanos. "Hay que reaccionar", añadió, porque la alternativa al bipartito es "una política que nunca nadie se atrevió a llevar a cabo en Galicia".

Los agentes culturales allí reunidos dieron por bueno el mensaje, pero sometieron al candidato a un tira y afloja que sacó a Quintana del guión. De eso se trata en estas reuniones temáticas del BNG. El escritor Xavier Alcalá, por ejemplo, le propuso la difusión internacional del gallego, empezando por Bruselas. Antón Reixa insistió en la necesidad de reunir las competencias del sector audiovisual, hoy dispersas en la Xunta. Y Víctor Freixanes le afeó cordialmente sus escasas referencias al mundo del libro. El director de Galaxia también quiso saber de las propuestas del Bloque en materia de medios de comunicación públicos, y ahí se topó con el sorprendente mea culpa del candidato.

"No tengo ningún inconveniente en reconocer que uno de los asuntos pendientes de la legislatura ha sido la reforma de la ley de la radiotelevisión de Galicia", admitió con rotundidad. Eludió repartir responsabilidades con sus socios de Gobierno. "No me interesa, es mejor asumirlo y tener una propuesta de futuro", dijo. Y exhibió la suya: reformar la ley "en los primeros seis meses de la próxima legislatura". Hay que desligar TVG y radio autonómica del Gobierno, opinó. Y apuntó su receta sobre los medios privados: ayudas a las empresas periodísticas, sí, pero ligadas a la innovación y a la dignificación del trabajo de los periodistas, y no como "ayudas del Gobierno a la información".

Culminado el mensaje cultural, la caravana del candidato puso rumbo al sur, para exponer sus recetas contra la crisis en una comida convocada por la federación de jóvenes empresarios de Galicia y terminar la jornada en Vilagarcía. Allí, ante un millar largo de simpatizantes, dejó un mitin clásico con los contenidos clásicos, aunque, aún bajo los influjos del baño cultural de la mañana, prometió un comisionado y un archivo de la memoria histórica. Y una vez más, reclamó un voto variado, a base de nacionalismo, pero también de galleguismo y mucho progresismo. "De todo el que ama a Galicia", en definitiva.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_