Los 'atípicos' también cuentan
Los candidatos con perfiles distintos, jóvenes, inmigrantes o músicos, permiten a las formaciones enviar un mensaje distinto al electorado
"¿Cómo entré en esto? Pues me liaron". La respuesta de Mikel Zurbano, profesor de economía en la UPV y número 20 en la lista de Aralar por Guipúzcoa, resume adecuadamente el sentir de los atípicos, gente que en un momento dado se presta, por militancia, por amistad o porque no se le ocurre un motivo adecuado para negarse, a participar en la vida política. Las listas electorales suponen siempre un elemento decisivo en la estrategia de cada formación para llegar a un público más amplio.
Zurbano (1960-Beasain) explica que él también es una de las víctimas de la crisis. Apelaron a su militancia en Aralar y no pudo negarse cuando le pidieron que elaborase el programa económico de la formación. Lo que más le ha sorprendido del trabajo tras bambalinas es cómo la crispación que los políticos trasladan a menudo a la sociedad desaparece cuando las cámaras están apagadas. "Hay un código que respetamos todos. En el día a día el ambiente es de cordialidad. Hay una confrontación ideológica, que es necesaria, pero eso no impide que haya cierta solidaridad entre nosotros".
"¿Cómo entré en las listas? Me liaron", dice el candidato de Aralar
Lolo Rico prestó su nombre a EB para rebelarse ante el capitalismo
José Ignacio Eguiguren Madrazo - "sin parentescos"-, ingeniero industrial de 62 años, jubilado, tampoco pudo resistirse a la llamada de la militancia cuando Unión Progreso y Democracia le propuso ir en la lista por Álava, con el número 19. "En nuestro partido somos todos un poco atípicos. Prestar el nombre es complicado aquí, pero alguien tiene que dar un paso al frente, si no esto no acabará nunca".
Algunos de ellos procuran servir de puente entre la política y segmentos de la población menos accesibles, como los jóvenes. A Usoa Mediavilla de 19 años, estudiante de periodismo y número 19 del PNV por Vizcaya, se lo ofrecieron en el batzoki de Algorta: "Querían hacerle un guiño a los jóvenes. Esperaban que les hiciera llegar el mensaje que se pueden hacer cosas desde dentro. Tal vez mi generación está tan alejada de esto porque no hemos tenido que luchar por la sanidad o las ikastolas. Parece que todo nos lo han dado hecho". En su caso, el virus de la política se lo contagiaron en casa -su padre es un alto cargo en la Diputación de Vizcaya-.
En el caso de la cineasta y periodista Lolo Rico (1935- Madrid), creadora de La Bola de Cristal, su compromiso con EB (número 17 por Guipúzcoa) supone un acto de rebelión contra lo que ella llama "la claudicación de los intelectuales" ante el espectáculo de la sociedad postmoderna. "El capitalismo lo ha ocupado todo, tiene esa capacidad, estamos en un sistema casi único, con planteamientos únicos. Es la tiranía de la democracia", sentencia.
Muy pocos de los consultados se ven haciendo carrera política. Por otro lado, Bixen Itzaso (1955-Pasaia) tampoco se imaginaba que sería sexto en la lista del PSE por Guipúzcoa en 1987, cuando su principal preocupación era cómo sobrevivir a 6.000 metros de altura en el Everest: "Después de un mes allí, me dio un bajón de tensión. Por prescripción médica, tuve que olvidarme de llegar a la cumbre". Ex militante de EE, dio el paso a ciegas hacia el PSE de la mano de Mario Onaindia. Un par de años después, ya estaba lidiando con los radicales en la alcaldía de Pasaia. "La verdad es que con traje nunca sé como sentarme. Cuando estaba en un grupúsculo de extrema izquierda contra el franquismo me pasó algo parecido". Llevaba el pelo alborotado y pantalones acampanados hasta que alguien le dijo: "Compañero, nuestro discurso ya es bastante difícil de plantear para que encima vayas con esas pintas".
De Camerún a las listas del PP
"¿Qué ley promulgaría si llegara al Parlamento? Pues las que propone mi partido", afirma sin pensarlo Esther Rosalía Bassop, número 20 del PP por Vizcaya. Ella se afilió poco después de participar en un encuentro sobre inmigración en 2007, invitada por el partido. Tiene seis hijos y nació en Duala, Camerún. Considera adecuadas las posiciones de su formación en materia de inmigración: "Lo único que dice mi partido es que hay que adecuar el flujo migratorio a la capacidad de acogida. Todos los españoles piensan eso, o algo peor". No quiere hablar demasiado del polémico contrato de integración que propuso Mariano Rajoy en las pasadas elecciones generales, pero se indigna al ver cómo el Gobierno central plantea restringir la reagrupación familiar de los mayores: "¿Los nietos no podrán ver a su abuela hasta que cumpla los 65 años? En África, con 50 años, te vas".
En EA, han optado por un candidato que aúna música y juventud, Yago Goronaeta (1973-Vitoria). Trabaja como informático, pero su vocación es más bien dejarse la piel con su grupo, Ekon. "La gente ya no valora la música. Se escucha más, pero se escucha mal. Nadie se toma el tiempo de sentarse a disfrutarla. No tienen ni idea de lo que llevan en el Mp3". La política, afirma, es un terreno empantanado: "Se tiende un poco a decirle a la gente lo que quiere oír. Y a veces predican sobre un campo ya sembrado".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.