"Baltar no quería a Carrera y tenía razón"
Participa en todos los actos a los que le invita el PP y recuerda "lo mucho que se hizo en 16 años". Ve a Feijóo cerca de la Xunta pero le pide que escuche a los veteranos. Defiende que Baltar tuvo razón en oponerse a Carrera Pásaro.
Pide, como en cada campaña, buscar votos puerta por puerta, esta vez para Alberto Núñez Feijóo. El ex presidente de la Xunta Manuel Fraga (Vilalba, 1922) avala al "excelente gestor" que le sucedió en el PP pero exige que "se escuche a los veteranos". Se pone de lado de Baltar en el caso del ex candidato por Ourense Carrera Pásaro y carga contra el bipartito.
Pregunta ¿Cree que alcanzará el PP la mayoría absoluta?
Respuesta. Sí. Los otros no hacen más que pelear y nosotros tenemos una idea clara de lo que queremos hacer y la gente lo sabe. Frente a nuestra gestión hay un gobierno partido en dos que sólo se une para conseguir un voto más. Vengo a recordar lo que se hizo, que fue mucho, sin perjuicio de que ahora tienen a Feijóo para hacer más.
"Me sacudí a los que querían hacer dinero, Pablo Crespo tenía relación con Cuiña" "
Felipe González deja a una mujer leal y sirve al más rico del mundo"
"Repetiría la Cidade da Cultura. No es un mausoleo, tengo un nicho en Vilalba"
"Decir que el PP de Feijóo no es galleguista, es una sandez"
P. ¿Cómo valora al bipartito que, imagino, habrá seguido desde la distancia?
R. Sí, lo seguí porque soy gallego y galleguista, que no nacionalista. Me criticaron por haber hecho mucho galleguismo. A eso nadie me gana.
P. Hay sectores que dicen que ese galleguismo ha desaparecido con Feijóo
R. Eso es una sandez. En este momento yo tengo que hacer juicios muy negativos, por ejemplo, de la campaña que está haciendo su periódico, tal vez asustado por la crisis de Sogecable y su deuda, y por eso busca desesperadamente auxilio, pero realmente la proporción que se dedica en el periódico ni se puede ni se debe hacer. Y le digo a usted que se aplique el cuento: el galleguismo es distinto a los que defienden un Estatuto de Nación para lo que no es una nación.
P. ¿A qué campaña alude?.
R. Me refiero a que escriban ocho o nueve páginas todos los días sobre el PP. No se pueden tomar en serio. Las acusaciones irán cayendo una tras otra. Yo, que fui fundador de EL PAÍS, aunque no de éste, no comprendo la campaña. Ha llegado un momento en que Sogecable no da dinero y veremos en qué acaba todo. No me alegro de lo que le pasa a EL PAÍS, a pesar de que nos lo quitaron de las manos.
P. Usted fue el primero en romper con las empresas del ex secretario de organización del PP gallego, Pablo Crespo.
R. Yo no tengo nada que ver con ninguno de esos señores que quisieron hacer dinero y a todos me los he sacudido de encima. Pablo Crespo tuvo más relación con el señor Cuiña, que en paz descanse.
P. ¿Le gusta la renovación de Feijóo en el PP?
R. Me parece muy bien porque él es de una generación posterior. Yo le tuve de vicepresidente y es un magnífico gestor. Lo hará muy bien, pero los que intenten contraponer su labor a la que hicimos otros se equivocan de tiempos.
P. De la vieja guardia quedan Baltar y Louzán. ¿Cree que también ellos irán dando paso a dirigentes más jóvenes?
R. Por supuesto, pero fíjese lo que pasó con el primer titular de Ourense que no le gustaba a Baltar y tenía razón. Luego ha habido que quitarlo y ahora se discute si valen o no las papeletas tachadas. Lo que quiero decir es que hay que escuchar a los veteranos.
P. ¿Cree que pasará factura lo de Ourense?
R. Espero que haya nuevas papeletas porque evidentemente un tachón no se puede aceptar. Baltar sigue mereciendo allí toda confianza y este asunto le dio la razón.
P. Algunos ex conselleiros solicitaron su mediación y no están en las listas.
R. Entiendo que los que ahora van a dar la cara tienen que tener un derecho de opción, con tal de que lo usen bien porque lo de Ourense no fue precisamente un éxito. Hay que decir que le ha pasado a Obama, que le han dimitido tres o cuatro candidatos. La política es complicada, tiene su picaresca aunque a mí no me asusta, mientras seamos los más serios quienes digamos la última palabra.
P. Su sucesor ha reconocido errores del pasado, entre ellos la Cidade da Cultura. ¿Volvería a plantearla?
R. Sin duda. Es evidente que para potenciar su cultura debía contar con ese proyecto. Ganó el concurso el mejor arquitecto del mundo, reconocido por todos. Ahora dicen que es mi mausoleo. Son unos cretinos, a mí me sobra con el nicho que tengo reservado en Vilalba.
P. ¿Cuál va a ser su contribución a la campaña?
R. Me acerco los fines de semana aquí con programas que me hace el PP como es natural. Aquí hay dos grandes partidos, pero el otro se tiene que apoyar en los nacionalistas que han encontrado un refuerzo con el que no contaban y eso es peligrosísimo.
P. ¿Siente, como dijo en su día González, que los ex presidentes estorban?
R. Felipe González hablará de su experiencia. Yo soy el presidente fundador del partido y como tal se me reconoce, aunque no se me pide lo que no puede hacer un hombre de 86 años. Además al señor González hay que echarle de comer aparte. Ahora se casa de nuevo y se separa de una mujer que fue con él diputada y que le fue muy leal en todos los aspectos. Y no quiero hablar de que sirve al hombre más rico del mundo, el señor Slim. ¡Vaya empleo para un ex socialista! ... Me permitirá que ponga la palabra ex.
P. Rajoy revalidó la presidencia del PP con amplio respaldo, pero la lucha continúa.
R. Rajoy, en el congreso de Valencia, prestó un gran servicio en un momento en el que había pasado lo que había pasado y el partido se le reconoce. Lo demás está por venir y él mismo deberá tomar decisiones en el momento correspondiente. Yo creo que ha prestado muy buenos servicios actuando inteligentemente en la oposición con una situación compleja y teniendo en frente al famoso señor Blanquiño al que hay que echarle de comer aparte.
P. ¿Su candidato para el futuro del PP es Gallardón?
R. Gallardón es una figura importante, yo saqué a su padre de la cárcel y me ocupé de sus hijos. Es lo que he hecho toda mi vida, buscar a gente de buena fe en todas partes incluso cuando no era fácil. En eso siempre tuve apoyo de los que estuvieron por encima, como el general Franco.
P. ¿Separaría usted a los alumnos por lenguas como defiende Galicia Bilingüe?
R. Galicia Bilingüe pide no echar fuera al castellano, hay que decir las cosas por su nombre. El otro día en la manifestación se vio claramente quiénes eran los gamberros que querían que sólo hablásemos gallegos.
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