El Málaga perdona en Mestalla
César y Villa rescatan al Valencia
El Málaga no está ahí, en el balcón de Europa, por casualidad. Es un equipo definido, sacrificado y con la pizca de lucidez que le dan Duda y Luque, los mejores en Mestalla. El Valencia sólo ha conseguido cinco puntos de los últimos 18. Y tampoco es casual. Es un conjunto desestructurado, paliducho y con una dependencia total de Villa. Emery lleva meses apostando por una línea medular desastrosa, un par de medios centro que crean poco y llegan siempre tarde a la presión. Albelda se refugia junto a los defensas centrales y arrastra a los suyos hacia la nada. El Valencia se despeña y su técnico no encuentra la manera de evitarlo.
César salvó del naufragio al Valencia en la primera parte. El portero, de 37 años, se vistió de gacela para parar la avalancha del Málaga. Fue un tiroteo. Con Luque en el centro de todas las salsas. Llegaba por la derecha, la izquierda y el centro, casi siempre lanzado por la majestuosa zurda de Duda.
VALENCIA 1 - MÁLAGA 1
Valencia: César; Maduro, Albiol, Marchena, Moretti (Carletto, m. 14); Joaquín, Albelda, Baraja (Fernandes, m. 63), Vicente (Mata, m. 69); Silva y Villa. No utilizados: Guaita; Morientes, Angulo y Pablo.
Málaga: Goitia; Gámez. Cuadrado, Weligton, Calleja; Apoño, Lolo; Eliseu, Baha (Salva, m. 55), Duda (Barros, m. 84); y Luque (Nacho, m. 75). No utilizados: Arnau; Fernando, Adriano y Gaspar.
Goles: 1-0. M. 52. Villa. 1-1. M. 58. Albiol, en propia puerta.
Árbitro: Delgado Ferreiro. Amonestó a Luque, Albelda, Baraja, Albiol, Cuadrado y Eliseu.
Unos 25.000 espectadores en Mestalla.
El Valencia entró con más determinación en la segunda parte. Silva buscó a Villa y éste envió el balón a la escuadra sin más preámbulos. Fue un disparo fabuloso: esquinado en la izquierda del área, lanzó el balón al segundo palo en una curva sublime. Su 18º gol en 14 partidos. El tanto, sin embargo, tampoco sirvió para apuntalar al Valencia, muy mal colocado en el contragolpe de libro que iba a desarrollar después el Málaga. Otra vez Albelda cayó ante Eliseu, mucho más rápido y cuyo centro lo remató en propia puerta Albiol.
El Málaga se dio por satisfecho con el empate y entregó el balón y el campo al Valencia. Pero el conjunto de Emery continuó siendo un ejemplo de cómo no presionar en el centro del campo. Siempre tarde, siempre en falta. Y en nada mejoró la cosa cuando Fernandes sustituyó a Baraja. Mestalla, como Emery, no ve solución a su equipo.
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